Un 30 de abril de hace 75 años el mundo contenía el aliento, pero la pandemia que asolaba Europa era el fascismo y la Guerra. El horror que había desencadenado un solo hombre, Adolf Hitler.

Con su Tercer Reich a punto de caer y acorralado por las tropas soviéticas, se refugió en un búnker y puso fin a su vida. Tras su muerte, Alemania no pudo más que rendirse, y Europa se libró de la Guerra.

En aquel refugio, escribió Winston Churchill, se suicidó con cianuro, antes de dispararse. Se había mandado incinerar para evitar caer a toda costa en manos de los rusos y convertirse en un trofeo de guerra, así que lo quemaron hasta el último resto y nunca se encontró nada de él.

Pruebas de un suicidio poco consistentes

Esta es la historia oficial, la que guardan los libros y las memorias de quienes vencieron. Pero 75 años después, las dudas aún no se han podido resolver.

"No ha sido posible localizar ninguna prueba de que Hitler estuviera realmente muerto o que se hubiera suicidado en aquel búnker", explica Eric Frattini, periodista y escritor.

En la que se supone que es la última aparición pública del führer no era él, sino su doble. Una mentira, como podría haberlo sido la versión del suicidio.

Algunos historiadores dudan de la fiabilidad de las pruebas y apuntan a que podría haber escapado a Argentina bajo una identidad falsa como consiguió el carnicero Iosef Mengele o el oficial nazi Adolf Eichmann.

El presidente Essienhower admitió que nunca pudieron encontrar evidencias tangibles de la muerte del dictador, incluso el líder soviético Iosef Stalin sospechó de que hubiera escapado vía España, bajo el abrigo de Franco.

"Con el paso del tiempo y la desclasificación de documentos hay 3.000 que hablan de la huida de Hitler", indica el historiador.

75 años después, Europa recuerda la muerte del hombre que removió sus cimientos, el responsable de las imágenes más crueles que el mundo ha tenido que ver. Quien declinó la balanza para que el fascismo se alzara en España.

Un hombre que desafió a la historia y nos obligó a aprender de ella para no repetirla.