Ecologistas en Acción ha sacado a la luz su investigación sobre la calidad del aire en España. Una de sus conclusiones advierte del significativo aumento de la contaminación del aire aumentó en 2022 por el aumento de la movilidad, una vez finalizadas las restricciones por el COVID19, la sequía y el calor. Así, aseguran que el el 92% del territorio respiró aire con nivel insalubre de contaminación, si se tienen en cuenta los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizados en 2021. Pero si se comparan los resultados con los estándares de la normativa, 7,6 millones de personas o una sexta parte del total la población respiró aire contaminado por encima de los límites legales. Esto supone dos millones de afectados más respecto a 2021.

Además, la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzó 95.000 km2, una quinta parte del territorio, la cifra más baja de la última década. Sin embargo, si se tiene en cuenta los nuevos estándares legales que ha propuesto la Unión Europea para 2030, cuatro de cada cinco españoles respiró en 2022 un aire que incumple. La aprobación de estos nuevos niveles está en curso y expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la futura legislación.

Por zonas, el informe señala que la principal fuente de contaminación fueron las áreas urbanas, donde se concentra el tráfico motorizado y en determinadas áreas de fábricas y en el entorno de las grandes centrales termoeléctricas son estas fuentes industriales las que condicionan de manera decisiva la calidad del aire. Asimismo, señala que el transporte aéreo y marítimo tiene gran repercusión en la calidad del aire del entorno de aeropuertos y puertos.

Las ciudades con el aire más contaminado

Por contaminantes, las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la práctica totalidad de la población española. Las partículas PM10 presentaron en Canarias la peor situación de la última década. Pese al desplome general del NO2 en un 20 por ciento respecto al nivel medio entre 2012 y 2019, Barcelona volvió a superar el límite legal anual y Madrid lo igualó.

Durante la presentación, Ecologistas en Acción ha recordado que el Tribunal Europeo de Justicia ha condenado al Reino de España por el "incumplimiento reiterado y sistemático" del límite anual de NO2 en ambas ciudades. El ozono sigue siendo el contaminante que presenta una mayor extensión y afección a la población, y el más estrechamente ligado al cambio climático. Durante 2022, sus niveles repuntaron respecto a los dos años de la pandemia como consecuencia de las tres intensas y prolongadas olas de calor del verano, el más cálido desde al menos 1961, aunque sin alcanzar en general las concentraciones habituales en los años anteriores.

Para la ONG la contaminación del aire debería abordarse como un "problema sanitario de primer orden", ya que cada año mueren de forma prematura 25.000 personas, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente y, de ellas, 10.000 en episodios de alta contaminación, según el Instituto de Salud Carlos III. En cuanto a los costes sanitarios y laborales por este motivo, el Banco Mundial calcula que la factura asciende a 50.000 millones de dólares anuales, un 3,5 % del PIB español, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

Por otro lado, el informe de Ecologistas asegura que la información que se ofrece a los ciudadanos no es "ni adecuada, ni ajustada a la gravedad del problema" y lamenta que aunque los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, diez comunidades autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono. Precisamente, a instancias de Ecologistas en Acción, los tribunales de justicia han condenado la inactividad de los gobiernos de Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra.