Jude Sparks, un niño de 9 años, se encontraba de excursión con su familia en el desierto de Las Cruces, en Nuevo México. Estaba disfrutando del día cuando tropezó y cayó al lado de unos restos de mandíbula de un animal que casi lo igualaba en tamaño.

Los padres contactaron con al biólogo de la Universidad Estatal de Nuevo México, Peter Houde, quien señaló que podría ser un stegomastodon, un tipo de elefante semejante al que conocemos.

Peter Houde, profesor de la Universidad Estatal de Nuevo México con los restos fósiles hallados

Esta especie es uno de los tres mamíferos placentarios que vivió en el Valle del Río Grande durante el Pleistoceno, en el periodo cuaternario, y que abarca las últimas glaciaciones.

Los restos extraídos son una mandíbula de 120 libras de peso y un cráneo de casi una tonelada. Durante varias semanas, estuvieron limpiando de forma meticulosa los huesos y les aplicaron químicos para fortalecerlos y que se mantenga intacto.

El profesor ha señalado que tiene la esperanza de que el fósil pueda ser exhibido en la universidad.