Una mujer de 86 años descubrió durante una revisión médica que había tenido aceite en el pulmón durante más de 50 años. La paciente, según informa el New England Journal of Medicine, llegó a la consulta con una sensación ardiente en el pecho.

No había tenido ningún problema respiratorio y los doctores le diagnosticaron reflujo ácido, tras lo que sus síntomas mejoraron. Sin embargo, en la radiografía que le realizaron se observó una "opacidad densa" en la parte superior del pulmón izquierdo.

Resulta que la mujer recibió un tratamiento conocido como "oleotórax" en 1950 para tratar la tuberculosis pulmonar. Se trata de inyectar aceites en el espacio pleural en un intento de colapso e inactivar el problema pulmonar.

Los tipos de aceites variaban, pero los médicos usaban regularmente parafina líquida, aceite mineral, aceite de oliva, aceite de hígado de bacalao, aceite de cacahuete o aceite de semilla de algodón.

Según los médicos de la Universidad de Florida, los pacientes eran obligados a regresar al médico para que el aceite fuera aspirado y removido. Sin embargo, si los pacientes no tenían síntomas, algunos se olvidaban y decidían no regresar.