En una ceremonia celebrada en la sede de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, don Juan Carlos y doña Sofía han presidido la entrega a Salas de la medalla, el más alto galardón científico que concede esta institución, creado a instancias de Santiago Ramón y Cajal en 1905, tras la concesión del Premio Nobel a José Echegaray.
En su intervención, el rey Juan Carlos ha recordado cómo Salas y su marido, el fallecido Eladio Viñuela, fueron "los grandes creadores e impulsores de la biología molecular en España" y ha subrayado que desarrollar y consolidar en este país una nueva disciplina científica "necesariamente ha conllevado liderazgo, esfuerzo y grandes dosis de generosidad".
En ese contexto, ha valorado el liderazgo de Salas para desarrollar "importantes aportaciones al campo de la biología molecular utilizando como modelo un virus bacteriano" y el esfuerzo de poner en marcha el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y convertirlo en "uno de los mejores centros de investigación del mundo".
Tras destacar también su contribución al desarrollo de nuevas asignaturas académicas como la genética molecular, ha ensalzado la generosidad de Salas al "dedicarse intensamente a sus alumnos y discípulos tanto en los diseños experimentales como en sus trayectorias científicas".
En este punto, ha recordado que sus alumnos la definen como "una mujer brillante, rigurosa y ejemplar", antes de recalcar que "ha sabido transmitir los valores de la ciencia a varias generaciones de investigadores e investigadoras".
Además de rememorar cómo el regreso a su país tras "una estancia posdoctoral exitosa dirigida por Severo Ochoa en uno de los mejores laboratorios del mundo" ofreció a la investigadora "la oportunidad de erigirse en referente científico en la España de los setenta", don Juan Carlos ha definido a Salas como "una persona excepcional", que cuenta con su amistad y la de doña Sofía.
Tras recoger la medalla y un diploma acreditativo de manos del Rey Juan Carlos, Salas ha pronunciado unas palabras de agradecimiento, recibidas por un prolongado aplauso de todos los asistentes, en las que ha defendido la necesidad de potenciar la investigación básica en España, porque, según ha argumentado, será el fundamento del desarrollo del país.
Nacida en 1938 en el municipio asturiano de Canero, Margarita Salas Falgueras trabajó durante cuatro años con Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York y, de regreso a España, desarrolló una brillante carrera en el Centro de Biología Molecular, del que actualmente es profesora "ad honorem".
Autora de más de 350 publicaciones y varias patentes, es miembro de varias academias en Europa y EEUU y, a lo largo de su trayectoria, ha sido galardonada con numerosos premios, entre ellos el Nacional de Investigación y el Premio Rey Jaime I.