Julia y Walter tiene algo en común que va más allá de una amistad: son sordos. Pero no les importa, ya que ambos nacieron así y han sabido llevar con plena normalidad sus vidas.

El vídeo patrocinado por la Sociedad Protectora de Animales de Pasadena y SCPCA nos muestra que pese a la capacidad que tienen ambos pueden tener una relación como cualquier persona podría tener con su mascota. Todo gracias tras haberle enseñado lenguaje de signos para indicarle cuando hay que beber, comer, jugar…etc.

La madre de Julia, por su parte, ha explicado que la primera vez que vio al animal en la protectora de animales sabía que era la mejor mascota que podría tener su hija.

Cuando te sientas diferente o solo recuerda la historia de Walter y Julia y que ahí fuera hay alguien para todos.