Hito en la medicina
Descubren un tratamiento que alargaría un 30% la vida de los perros y se estudia su aplicación en humanos: "Existe esperanza"
Los detalles Pese al optimismo que han despertado los primeros datos, la posibilidad de aplicar este tratamiento en personas deja muchas dudas. La principal, apuntan los científicos, es que la Rapamicina es un medicamento inmunodepresor, lo que podría ser perjudicial para las defensas de los pacientes que lo consuman.

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Investigaciones en Estados Unidos han concluido que es posible alargar la vida de los perros hasta un 30%, lo que equivale a unos tres años más de longevidad. Uno de los fármacos utilizados es la Rapamicina, que actúa como inmunosupresor y se emplea en trasplantes y algunos cánceres. Aunque el riesgo cero no existe, los expertos aseguran que no compromete la vida de los perros y vislumbran su posible uso en humanos. Sin embargo, la Rapamicina podría afectar las defensas humanas, lo que genera dudas. Inicialmente, se aplicaría en pacientes con enfermedades graves sin opciones terapéuticas.
* Resumen supervisado por periodistas.
Alargar la vida de los perros hasta un 30% es posible. Es la conclusión de dos de los mayores ensayos clínicos jamás realizados en mascotas en Estados Unidos, lo que equivaldría a estirar, de media, unos tres años la longevidad de estos animales.
Uno de los fármacos utilizados por los investigadores para retrasar el envejecimiento es la Rapamicina, que se usa como inmunosupresor para prevenir el rechazo de órganos trasplantados y para tratar algunos tipos de cáncer.
Aunque el riesgo cero no existe, los expertos afirman que no pone en riesgo la vida de los perros. Por ello, creen que sería posible en el futuro utilizar un tratamiento similar en seres humanos.
"Ya se realizan estudios en laboratorios con organismos mucho más simples, como gusanos, moscas o ratones. Poder utilizar perros de compañía permite tener unos resultados más rápidos, y que podrían acercar, quizás, lo que podría ocurrir con la población humana", explica Manuel Collado, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC.
Dudas sobre la aplicación en humanos
Pese al optimismo que han despertado los primeros datos, la posibilidad de aplicar este tratamiento en personas deja muchas dudas. La principal, apuntan los científicos, es que la Rapamicina es un medicamento inmunodepresor, lo que podría ser perjudicial para las defensas de los pacientes que lo consuman. No obstante, su aplicación no pondría en riesgo ninguna vida.
"Los ensayos parecen indicar que a las dosis que se plantearían como potenciales fármacos para la longevidad frente al envejecimiento serían suficientemente seguras y no causarían ningún perjuicio, por eso se están ensayando", añade Manuel Collado.
En caso de hacerse realidad, los primeros en recibir el tratamiento serían personas con patologías muy graves y sin opciones terapéuticas, es decir, pacientes con fibrosis pulmonar, fibrosis hepática o enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Su aplicación sería una vía para intentar paliar sus efectos o retrasar la aparición de la enfermedad.