Reducir al mínimo las víctimas mortales en carretera. Este es uno de los objetivos que ha fijado la Unión Europea. Para ello ha recurrido a un gran aliado: la tecnología, concretamente a la conocida caja negra pero en formato para turismos. Lo llaman registrador de datos.

Este elemento tendrá una función muy parecida a la de los aviones, pues será esencial para proporcionar datos que ayuden a reconstruir los hechos previos a un accidente. Estas informaciones ayudarán al organismo europeo a analizar los incidentes para evitar que se produzcan en un futuro y así cumplir con su propósito: reducir al mínimo el número de heridos graves y de víctimas mortales. De esta forma, recogerán datos "poco antes, durante e inmediatamente después de una colisión", según recoge un reglamento aprobado en 2019. Lo harán, por ejemplo, activados por el despliegue de un airbag y recopilarán lo que suceda durante los 30 segundos previos y los 5 posteriores al siniestro.

¿Cuándo será obligatorio incluir el registrador de datos en los turismos?

Según establece el reglamento, los turismos de nueva homologación deberá integrar a partir del 6 de julio un “registrador de datos”. Si no es así, no recibirán la homologación para circular por Europa. Eso sí, la obligación se ampliará dos años más tarde, en 2024: el dispositivo será necesario en todos los coches nuevos que salgan de los concesionarios.

¿Qué datos recogerá la caja negra para coches?

Tal y como indica dicho documento, incluirán cifras como la velocidad del vehículo, el frenado, la posición y la inclinación del vehículo en la carretera. También el estado y la velocidad de activación de todos sus sistemas de seguridad, el sistema eCall basado en el número 112 integrado en los vehículos, la activación de los frenos y cualquier otro parámetro de entrada pertinente referido a los sistemas de seguridad activa a bordo y de prevención de accidentes. Además, la entidad señala que dichos "datos tendrán un nivel elevado de precisión y garantía de perdurabilidad". Permitirán identificar el tipo, la variante y la versión precisos del vehículo así como los sistemas activos de seguridad y de prevención de accidentes instalados.

Eso sí, Bruselas señala que la recogida de datos no podrá desactivarse y será realizada de forma totalmente anónima. "Un registrador de datos de incidencias no podrá grabar y almacenar los cuatro últimos dígitos de la sección del indicador del vehículo correspondiente al número de identificación del vehículo ni ninguna otra información que pueda permitir identificar el vehículo concreto de que se trate, a su propietario o a su poseedor". En este sentido, los datos registrados podrán ponerse a disposición de las autoridades nacionales, pero solo para la investigación y el análisis de accidentes sin que ello suponga relacionar al conductor con la información recabada.