El estudio, publicado en la revista científica Biodiversity Conservation, constata que este grupo de aves se sitúa entre los más amenazados del planeta, al mismo nivel que las aves marinas y por delante de las rapaces, y apunta al comercio ilegal internacional y la destrucción de sus hábitats, sobre todo en áreas tropicales y subtropicales, como las principales causas de su declive.

"Los loros son apreciados por su capacidad de imitar la voz humana, y cuanto más colorida y rara es una especie más codiciada es su posesión, por lo que podríamos decir que son víctimas de su belleza y de su inteligencia", ha explicado Jorge Fernández Orueta, técnico del Área Internacional de SEO/BirdLife.

Por su parte, Stuart Butchart, director científico de BirdLife International, ha recalcado que los loros en su conjunto afrontan uno de los mayores índices de extinción y hasta el 56% de las especies se hallan bajo algún nivel de amenaza.

"Afrontan un amplio abanico de peligros,ha explicado, pero la pérdida y degradación del hábitat forestal, la expansión agrícola, la caza y el trampeo son los más sobresalientes".

La situación es especialmente alarmante en tres tipos de loros, los que tienen una pequeña distribución histórica, los de mayor tamaño, más longevos pero con pocas crías y que alcanzan la madurez sexual más tarde, y los que viven en zonas boscosas sometidas a procesos de deforestación.

Jorge Fernández ha explicado que las aves de gran tamaño no suelen formar poblaciones grandes, lo cual les expone más a la caza furtiva, mientras que los loros que viven en bosques suelen anidar en cavidades de árboles y son los primeros en sufrir el impacto de la deforestación.