BUENAS PRÁCTICAS
Solo los buenos conductores lo hacen: el gesto al arrancar que prolongará la vida de tu motor
Muchos piensan que es una manía sin mucho sentido, pero pisar el embrague al arrancar el coche reduce el esfuerzo del motor de arranque y del sistema eléctrico.

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Todos los conductores tenemos nuestras propias manías y costumbres al subirnos al coche. Unas con mucho sentido y otras 'heredadas' de padres o abuelos que en realidad tampoco aportan nada. Pero al igual que hay un gesto que te puede salir caro y costar una multa importante, también hay un gesto que solo los buenos conductores hacen: pisar el embrague antes de arrancar (evidentemente, solo si conduces un vehículo manual).
Hay quien lo hace de una manera forzada porque tienen la (¿mala?) costumbre de dejar siempre una marcha engranada, incluso al aparcar en llano. O bien porque hay coches que ya vienen de serie con sistemas que no permiten arrancar sin pisar el pedal izquierdo.

¿Qué ocurre en tu coche al arrancar?
El proceso de arrancar un coche es más complejo de lo que nos imaginamos, porque ya nos hemos acostumbrado a ello. Pero son unos segundos 'críticos' en los que varias piezas trabajan a la vez:
- El motor de arranque es el responsable de girar el motor de combustión para que empiece a funcionar.
- La batería proporciona la energía necesaria para hacerlo.
- El embrague y la caja de cambios gestionan la conexión entre el motor y las ruedas.
Al girar la llave (o pulsar el botón en los coches más modernos), el motor de arranque se acopla al volante de inercia, que está conectado directamente el motor y necesita moverse con fuerza para que el coche 'despierte'.
Es un proceso que ocurre en unos pocos segundos, pero supone un esfuerzo enorme. Cuanta más resistencia haya, más energía consumirá la batería y más tendrá que trabajar el motor de arranque. Y justo en este momento, como conductores, podemos aportar nuestro granito de arena con algo tan simple como pisar el embrague.

Las razones detrás de este sencillo gesto
Este gesto de buen conductor se entiende mejor si sabes que al pisar el embrague, se separa la caja de cambios del motor. Es decir, el motor de arranque 'solo' tiene que mover el motor y no toda la transmisión. Si no lo haces, aunque el coche esté en punto muerto, el eje de la caja de cambios sigue girando y ofrece cierta resistencia.
En los coches más modernos, supone un sobreesfuerzo bastante innecesario para el sistema, todavía más en invierno y si tu coche duerme en la calle. En este caso, el aceite de la caja de cambios (la valvulina) es más espesa por las bajas temperaturas, así que el arranque cuesta más y la batería sufre.
Por este motivo, los coches más modernos ya vienen con sistemas que obligan a pisar el embrague para poder arrancar. Algunos vehículos con arranque por botón piden pisar el freno, aunque suele funcionar igual el embrague y, de hecho, es más recomendable.
Por tanto, la próxima vez que vayas a arrancar, piensa que un gesto que a ti no te cuesta absolutamente nada puede aliviar un esfuerzo bastante grande y de paso alargar la vida del motor de arranque y de la batería. Y ahorrarte un dinero en averías.

¿Y si no piso el embrague?
Supongamos que llevas toda la vida arrancando sin pisar el pedal del embrague, porque tu coche no te lo exige y tampoco crees que vaya a cambiar nada. Lógicamente, no va a sufrir una avería al momento ni mucho menos, pero el sistema se va desgastando poco a poco y ese esfuerzo en algún momento te pasará factura.
- El motor de arranque tiene que mover más piezas y acaba desgastándose antes.
- La batería se vacía más rápido en cada arranque, sobre todo durante los meses de invierno o si haces muchos trayectos cortos.
El precio de una batería nueva comienza en los 50 euros y puede llegar hasta los 200 euros, según el modelo. Y en el caso del motor de arranque, la 'broma' oscila entre los 100 y los 400 euros en muchos casos.
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