NO SE TRATA DE UNA PEGATINA FALSA

El trucazo para librarte de las limitaciones de las Zonas de Bajas Emisiones sin comprar un coche nuevo

Si tienes un coche sin Etiqueta Eco o Cero, y aun así quieres pasar a las Zonas de Bajas Emisiones, existe una forma de hacerlo sin recibir una multa ni tener que comprarte un coche nuevo.

Zonas de Bajas Emisiones Distrito Centro

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Si eres de los que, como yo, están hasta el gorro del cartel de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y te imaginas a tu coche con etiqueta B o C sudando tinta para esquivar multas de hasta 200 euros, no te preocupes, porque existe un resquicio legal que te permite retorcer la ley como el mejor político. La clave no es llevar un coche eléctrico ni hipotecarte para comprar un híbrido enchufable, sino algo mucho más sencillo: reservar plaza en un parking dentro de la propia ZBE. No, no es un truco de dudosa legalidad ni un apaño, es una excepción regulada por las ordenanzas municipales.

Sí, aparcar dentro de una ZBE puede ser el salvoconducto perfecto para colar tu coche sin que los radares de la DGT ni las cámaras municipales te arruinen la mañana. La trampa consiste en que muchos ayuntamientos permiten el acceso siempre que entres directo a un aparcamiento público o privado integrado en su sistema de control. Es decir, que si haces una reserva previa y tu matrícula se comunica automáticamente al ayuntamiento, el software que normalmente te caza… en esta ocasión te abre las puertas y de paso, te echas unas risas pensando en lo mucho que fastidia a los acólitos del eléctrico.

Inicio ZBE Centro
Inicio ZBE Centro | Europa Press

Cómo funciona el truco del parking en una ZBE

La base legal es que la Ley 18/2021 dejó en manos de los ayuntamientos decidir el funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones y, por tanto, también las excepciones. De ahí que en Madrid, por ejemplo, la Ordenanza de Movilidad Sostenible contemple expresamente que reservar plaza en un parking dentro de Distrito Centro o Plaza Elíptica te permite acceder con coches con etiqueta B, C, ECO o CERO sin riesgo de sanción, aunque si vas por la vida sin etiqueta, como hacemos los valientes, ahí no hay nada que rascar.

Eso sí, no pienses que es un pase VIP universal, porque cada ciudad aplica sus propias reglas, y lo que en Barcelona o Valencia puede funcionar de una manera, en Sevilla o Málaga puede que requiera otros trámites. Lo importante es verificar que el aparcamiento que elijas esté realmente adherido al sistema municipal de autorizaciones, porque de lo contrario tu matrícula no se validará y acabarás recibiendo en casa la receta con sabor a 200 euros.

El proceso práctico es casi ridículamente sencillo: eliges una app, reservas plaza en el parking que te interese, confirmas que la matrícula se envía automáticamente al registro municipal y, al entrar y salir de la ZBE, las cámaras comprueban tu autorización. Si todo está en orden, no hay multa que valga, aunque tu coche sea un diésel veterano con más kilómetros que los Rolling Stones en gira.

Una señalización de Zona de Bajas Emisiones de especial protección en el Distrito Centro
Una señalización de Zona de Bajas Emisiones de especial protección en el Distrito Centro | Europa Press

Las mejores apps para reservar parking en ZBE

Ahora te presento el arsenal de aplicaciones móviles que hacen la vida más fácil a quienes no se resignan a dejar su coche criando polvo en las afueras. ElParking, Parclick y Telpark son las más populares en España porque no solo permiten pagar la zona azul o gestionar parkings, sino que además están integradas en los sistemas de ZBE de ciudades como Madrid y Barcelona. Con ellas no tienes que mover un dedo extra: reservas tu plaza, tu matrícula se registra y los radares municipales te ignoran.

Parkimeter es otra opción interesante, sobre todo si viajas mucho, porque tiene cobertura en más de 200 ciudades y suele incluir información en tiempo real de precios y disponibilidad. Para los más techies, Bip&Drive ofrece un mapa interactivo de ZBE, acceso directo a parkings vía Vía-T e incluso pago en gasolineras, algo que convierte la app en una especie de navaja suiza de la movilidad urbana. Ya si quieres algo global, Parkopedia es como la Wikipedia de los aparcamientos y te da datos de parkings en medio mundo, con filtros de precio, servicios y hasta puntos de recarga.

Lo bueno de este ecosistema es que reservas con antelación, pagas lo justo, y al mismo tiempo te aseguras de que tu coche puede circular por donde en teoría no debería.

Zonas de Bajas Emisiones
Zonas de Bajas Emisiones | EFE

Aprovecharse de la norma, pero con cabeza

La gracia está en aprovechar la excepción legal de forma responsable, sin pensar que puedes dar vueltas a placer dentro del perímetro, porque la norma dice claramente que puedes acceder para estacionar, no para hacer un rally urbano con tu berlina diésel de 2012, aunque molaría.

Además, las ordenanzas se van actualizando con el tiempo, así que es vital revisar de vez en cuando las condiciones de acceso. Lo que hoy es válido en Madrid puede cambiar mañana, y lo que hoy te libra de una multa en Barcelona quizá ya no lo haga el mes que viene. La mejor práctica es anticiparte, consultar la normativa municipal y reservar siempre con confirmación de matrícula incluida.

En resumen, reservar plaza en un parking dentro de una ZBE es el equivalente moderno a encontrar un resquicio en las normas del Monopoly para fastidiar a tu primo: legal, sencillo y muy útil para quienes todavía no quieren o no pueden cambiar de coche. Y mientras tanto, podrás seguir entrando al centro de tu ciudad con una sonrisa socarrona, pensando que al menos por una vez, la burocracia juega a tu favor.

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