En verano los desplazamientos por carretera se multiplican de forma notable: la capacidad de absorber vehículos de las infraestructuras es limitada, y en ocasiones -bastantes ocasiones- las carreteras se quedan "cortas", por lo que las autoridades cuentan con herramientas que ayudan a desbloquear la situación. Una de esas herramientas son los llamados "carriles reversibles", que no todo el mundo sabe utilizar.

¿Qué es un carril reversible? Son aquellos que las autoridades habilitan en sentido contrario del habitual para dar fluidez al tráfico durante épocas especiales, como por ejemplo la mencionada época estival, donde los desplazamientos por carretera son mucho más intensos. Su funcionamiento es específico, y como tal cuenta con una normativa exclusiva que todo conductor debería conocer.

El acceso a estos carriles, que se habilitan generalmente en vías rápidas en los que los diferentes sentidos de la marcha están separados por una mediana, se realiza precisamente en uno de los tramos en los que la mediana es inexistente, lugar que operarios y agentes de Tráfico aprovechan para habilitar tanto la entrada como la salida del carril reversible.

Hay algunas características que los hacen únicos, como puede ser la velocidad máxima permitida en torno a ellos, las prácticas que se deben hacer o no, como las que tienen que ver con el uso de las luces, o el tipo de vehículo que puede circular por ellos, que está limitado a turismos y motocicletas, por lo general. Para saber más sobre los carriles adicionales y las condiciones que presentan, dale al play en el VÍDEO.