EL CALOR APRIETA Y LA VENTANILLA TE TIENTA

Llega el buen tiempo, y esta habitual costumbre puede elevar el consumo de tu coche

Con la llegada del calor, apetece bajar las ventanillas. Te damos algunas ideas mejores.

Aire acondicionado

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Llega la primavera, el sol pega de lo lindo y lo primero que haces al subir al coche es bajar la ventanilla a tope para que corra el aire. Normal, ¿quién no lo hace cuando el calor empieza a achicharrarte? Te sientes como en una peli, con el viento dándote en la cara y esa sensación de libertad. Pero, amigo, esa costumbre tan típica tiene una cara B que igual no te esperas: te puede estar subiendo el consumo de gasolina o diésel más de lo que piensas. Sí, aunque parezca una tontería, abrir las ventanillas en plan descapotable tiene su aquel y no siempre sale a cuenta.

El rollo es que, al bajarlas, fastidias la aerodinámica del coche. El aire entra a saco, crea resistencia y el motor tiene que apretar más para mantener la velocidad. En carretera todo cuenta, un coche con algo mal puesto o una ventana abierta gasta más, y punto, sobre todo si vas rápido. Por debajo de 50-60 km/h, no se nota tanto, pero en autovía, con las ventanillas abajo a 120, el consumo se dispara. Así que, cuidado con esa manía veraniega, que el aire fresco te puede salir caro.

¿Ventanilla o aire acondicionado? El dilema del verano

Vale, te estarás preguntando: “¿Y qué hago, me aso como un pollo?”. Aquí viene el debate eterno: ventanillas o aire acondicionado (A/A). Mucha gente piensa que el A/A es el demonio del consumo, y sí, chupa gasolina (o batería, si es eléctrico), pero no siempre es el malo de la peli. Hay estudios de la SAE (Society of Automotive Engineers) que dicen que, a partir de 80 km/h, usar el aire acondicionado gasta menos que ir con las ventanillas abiertas. ¿Por qué? Porque el motor tira más para vencer la resistencia del aire que para mover el compresor del A/A. En ciudad, con el tráfico y las paradas, igual te compensa la ventanilla, pero en carretera, el A/A suele ganar.

El truco está en no fliparse. Si pones el aire a tope, como si quisieras congelar el coche, el consumo sube un 10-20%, según cómo sea tu carro. Pero si lo usas con cabeza (a 23-24 ºC, por ejemplo), el golpe es menor que ir con las ventanillas haciendo de paracaídas. Además, el calor dentro del coche también juega: si está como un horno porque lo dejaste al sol, ventílalo un rato antes de arrancar, con las puertas abiertas.

El bolsillo y el sentido común

No es solo una cuestión de pasta, aunque con los precios de la gasolina en 2025 cada litro cuenta. Ir con las ventanillas bajadas a lo loco también mete ruido, polvo y, si vas por autovía, hasta te deja la cabeza como un tambor. Y ojo, que no es lo mismo un viaje corto al pueblo que cruzar media España: cuanto más rápido y más tiempo vayas, más se nota en el depósito.

Así que, con el buen tiempo, piénsatelo dos veces antes de bajar el cristal como si no hubiera mañana. Si vas despacio por el barrio, vale, disfruta del aire. Pero si te metes en carretera, prueba el A/A a un nivel decente o, al menos, no bajes todas las ventanillas a la vez. Que el calor no te nuble el juicio: tu coche y tu cartera te lo agradecerán. Y si no, pues nada, a gastar y a sudar, pero luego no digas que no te avisaron.

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