EN LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME
La Gran Manzana sirve de pasarela para un británico muy coqueto
Quizá pienses que un coche pequeño siempre saldrá perdiendo al pasearse entre los grandes rascacielos y luces de neón, pero no el MINI JCW. El más deportivo de la familia se ha llevado todo el protagonismo entre las calles de Nueva York.

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El MINI John Cooper Works acaba de aterrizar en Nueva York, pero no como un turista más. Se ha convertido en protagonista al pasearse entre los rascacielos más grandes (y famosos del mundo), y no es fácil llamar la atención en una ciudad que supera los 8 millones de habitantes, llena de estímulos y en la que todo se vive a lo grande.
Sin embargo, este coche demuestra que el tamaño no es tan importante cuando te sobra actitud, diseño y prestaciones. El modelo más enérgico de la familia MINI se ha dejado ver por las calles de Manhattan, y lejos de perderse entre el tráfico y los famosos yellow cabs, ha conseguido acaparar todas las miradas.
Porque sí, puede que mida menos de cuatro metros, pero tiene un frontal con mucha personalidad, detalles en Chili Red y un motor que ruge como si estuviera en el mismísimo Nürburgring. El John Cooper Works sabe cómo hacerse notar en cualquier terreno.
Personalidad y mucho estilo en las calles de Manhattan

Pocos coches pueden presumir de tener tanto carácter en tan poco espacio. El MINI JCW no necesita ningún alarde para destacar, pero en esta ocasión se ha permitido algunos 'caprichos' visuales que lo hacen inconfundible: un spoiler de techo JCW, difusor trasero en high-gloss black y una parrilla octogonal con el logotipo tricolor. Y todo con un aspecto elegante gracias a la pintura Nanuq White y detalles en Chili Red, como las franjas del capó, los retrovisores o el techo.
Las llantas JCW Lap Spoke bitono de 18 pulgadas rematan el diseño de este coche y le dan el toque deportivo, pero también consiguen que este MINI parezca un pequeño coche de carreras en su versión más urbana.
Y por dentro, más de lo mismo: un habitáculo centrado en las necesidades del conductor, con volante deportivo JCW, asientos deportivos en rojo y negro, y una enorme pantalla OLED de alta resolución que parece sacada de un smartphone de alta gama. Lo que más nos gusta es que tiene un aspecto muy 'limpio' y nada de exceso de tecnología como hacen otras marcas, pues este coche también cuenta con los clásicos interruptores físicos marca de la casa.
Es cierto que Nueva York siempre impone, pero lejos de empequeñecerse, el MINI John Cooper Works parece diseñado para formar parte de su ADN. Moderno, seguro de sí mismo y con un toque gamberro que le viene como anillo al dedo a las calles de Brooklyn o al asfalto de Times Square.
Prestaciones urbanas con alma deportiva

Hemos hablado de lo que se ve, pero ¿qué hay de la parte 'escondida' de este MINI John Cooper Works? Debajo del capó monta un motor de gasolina Twinpower Turbo de 2,0 litros y 231 CV, con un par máximo de 380 Nm que hacen que pase a 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos. Y si alguien duda de su capacidad para medirse con grandes berlinas, tiene una velocidad punta de 250 km/h.
La conducción, como podrás intuir, es divertida, con una caja de cambios automática de siete velocidades con doble embrague y levas en el volante. Y otro punto a favor es su suspensión deportiva adaptativa que mantiene el coche pegado al suelo sin renunciar al confort, aunque pase por los baches y las alcantarillas del asfalto de Nueva York.
Tecnología y asistencia en la conducción
La última generación del MINI John Cooper Works es rápida y bonita, pero también es inteligente, y eso es casi más importante que el motor entre el tráfico de Manhattan. Este coche está equipado con 12 sensores ultrasónicos y cuatro cámaras, puede detectar obstáculos, mantener la distancia de seguridad, ayudarte a aparcar y evitar que te salgas del carril.
El sistema de navegación 3D con visión aumentada es la guinda del pastel de sus prestaciones, pues es capaz de guiar al conductor visualmente y hasta superponer indicaciones sobre las imágenes que capta en tiempo real. No serás local en el Bronx o el SoHo, pero podrías moverte como si lo fueras.
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