INSPIRACIÓN BRITÁNICA, DESARROLLO CHINO
¿Deberían estar preocupados en Land Rover? No te pierdas de lo que es capaz de hacer este 4x4 chino
El Galaxy Battleship es un todoterreno híbrido enchufable con pinta de vehículo militar y algunas capacidades bastante raras de ver. ¿Vencerá a Land Rover?

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Geely ha presentado en el Salón del Automóvil de Shanghái uno de esos prototipos que acaparan titulares por lo singular de su propuesta: el Galaxy Battleship, un todoterreno híbrido enchufable con pinta de vehículo militar y algunas capacidades bastante raras de ver. Por ahora es solo un concept car, pero deja claro que la marca china quiere jugar en una liga donde hasta ahora no había tenido protagonismo: la de los 4x4 puros con tecnología avanzada.
A nivel estético, el Galaxy Battleship no oculta sus referentes. Tiene un diseño cuadrado, pasos de rueda generosos y un frontal poderoso que recuerda sin rodeos al Land Rover Defender. No es copia directa, pero sí se nota que han tomado nota de las claves visuales del icónico modelo británico. A eso se suma un lenguaje de diseño muy geométrico, casi futurista, que parece más pensado para destacar en una feria que para camuflarse en el campo.
El resultado es un SUV de gran presencia y con detalles que no pasan desapercibidos. Geely ha querido transmitir una idea de solidez y capacidad, y lo ha hecho combinando formas angulosas con una buena dosis de tecnología. Si lo que buscaban era atraer miradas, lo han conseguido.
Entre lo impresionante y lo improbable
Lo que más llama la atención del Battleship es su capacidad para flotar. Según Geely, el vehículo puede mantenerse a flote durante hasta dos horas y navegar a unos 8,5 km/h gracias a su diseño de bajos sellado, su chasis optimizado y sus sensores específicos como el radar de vadeo y sonar. Lo cierto es que esta funcionalidad tiene más de espectacular que de práctica en el día a día, pero resulta interesante como muestra de hasta dónde están dispuestas a llegar algunas marcas para diferenciarse.
La tecnología no se queda ahí. El chasis del Battleship está gestionado por un sistema inteligente que permite maniobras modernas, como el modo cangrejo, que permite desplazamientos laterales girando todas las ruedas en paralelo, o el giro sobre su eje, ideal para cambiar de dirección en espacios reducidos. Estas son tecnologías que ya hemos visto en modelos eléctricos de alta gama y que ahora se asoman al universo del 4x4 de grandes dimensiones.
Equipa bajo el capó un sistema de propulsión híbrido enchufable, aunque Geely no ha dado cifras concretas sobre autonomía o potencia. Lo que sí ha confirmado es el uso de su batería “Golden Short Blade”, desarrollada con materiales resistentes a deformaciones, incendios y hasta impactos balísticos, con un recubrimiento a prueba de balas. Un guiño a la seguridad más extrema, que encaja con la imagen robusta del modelo.

Un escaparate de intenciones
Además de su diseño y capacidades poco comunes, el Galaxy Battleship también incorpora detalles pensados para situaciones fuera del alcance de un SUV convencional. Dispone de tracción total inteligente, que distribuye el par motor según las condiciones del terreno, y conectividad vía satélite, pensada para garantizar comunicaciones incluso en zonas sin cobertura móvil.
Todo esto está muy bien, pero conviene no perder de vista que se trata de un prototipo. No hay fecha oficial de producción, ni precio estimado, ni confirmación de si llegará tal cual al mercado. Todo apunta a que este modelo ha sido concebido como una declaración de intenciones, una forma de mostrar músculo tecnológico y avanzar en imagen de marca.
¿Debería preocuparse Land Rover? En el corto plazo, no parece. Pero sí es cierto que, a largo plazo, fabricantes como Geely están dando pasos firmes para acercarse a segmentos que hasta ahora dominaban los europeos. Y lo hacen con propuestas que combinan diseño, tecnología y una forma distinta de entender el concepto de “aventura”. A veces llamativa, a veces exagerada, pero cada vez más seria.
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