PEQUEÑO, SIMPÁTICO... ¡Y MUY MEJORADO!
Dacia le hace una repro a su eléctrico: el Spring 2026 pasará a tener 100 CV
El Dacia Spring mejora en potencia con una nueva versión de 100 CV, mejores frenos y una carrocería más estable.

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El Dacia Spring ha dejado de ser una minipimer con ruedas para meterse en el hueco que creo que le corresponde: el del compacto simpático, asequible, y capaz. La marca rumana se ha decidido por fin a darle un empujón serio a su urbano eléctrico, y ahora abandona el motor de 45 caballos con el que no podías ni plantearte salir a autovía y adopta una gama más versátil con unos solventes 65 caballos en la versión básica y hasta 100 caballos de potencia en la versión tope de gama. En otras palabras, el Spring pasa de ser poco más que un cuadriciclo para alquilar en ciudad al hacer desplazamientos cortos a tener fuerza suficiente para enfrentarse a la autopista mirando de tú a tú a los térmicos. ¿Tendrá algo que ver con que ya planea un Dacia crea un coche de 10.000 euros que podría ser el futuro e-car que busca la Unión Europea?
Tiene toda la lógica cuando sabes que el Spring gusta por precio y simplicidad, pero no tanto por prestaciones, que hacían corto en potencia y batería. Ahora que estrena su nuevo motor de 99 caballos, el Spring se pone a la altura de un Sandero TCe 100, que no es poca cosa para un coche de poco más de una tonelada y pensado, originalmente, para la jungla urbana. Además, se mejora la dirección, la suspensión y los frenos, que ahora cuentan con asistencia más contundente y una barra estabilizadora que promete reducir los sustos en rotondas tomadas con algo más de alegría de la recomendada. Porque ojo, al ser eléctrico y tener un par motor considerable para su potencia, puede darte un susto si no tienes cabeza. En resumen: sigue siendo el eléctrico barato de Dacia, pero ya no parece un coche de juguete.

Lo mejor de todo es que la mejora de potencia no viene sola, porque Dacia ha aprovechado para cambiar la batería, que ahora tiene 24,3 kWh y tecnología LFP, o lo que es lo mismo, litio-ferrofosfato. No es un cambio de siglas al azar, porque esta química es más segura, más estable y menos propensa a incendiarse si algo va mal, porque no utiliza cobalto ni níquel, que son los materiales más reactivos y problemáticos. Además, soporta mejor los ciclos de carga y descarga, lo que se traduce en una mayor durabilidad en un cochecito que conviene ir cargando cada vez que se pueda. Puede que la autonomía siga siendo similar (unos 225 kilómetros WLTP), pero si a cambio ganas tranquilidad y vida útil, el intercambio parece más que razonable.
Más potencia, más aplomo y menos miedo en autopista
Uno de los grandes problemas del Spring original era, como digo, que su motor de 45 caballos te hacía sentir vulnerable fuera de la ciudad. En los semáforos se defendía, pero al incorporarte a una autovía necesitabas la paciencia de un monje y la fe de un kamikaze. Con su flamante nuevo motor, el pequeño eléctrico de Dacia pasa de 0 a 100 km/h en torno a siete segundos, que no está nada mal teniendo en cuenta su tamaño y peso, y que mejora si lo comparas con algunos gasolina, que están en 11 segundos. Esto, unido a una suspensión más firme y a una aerodinámica revisada (el coeficiente pasa de 0,74 a 0,66), promete un comportamiento más estable a alta velocidad, algo que antes simplemente no existía.

La mejora en el chasis no es solo una cuestión de potencia. Dacia ha mejorado los frenos, que ahora cuentan con un tacto más consistente, y ha añadido elementos como la barra estabilizadora de serie, que antes brillaba por su ausencia y que ahora es necesaria. El resultado debería ser un coche más predecible, menos “blando” y más seguro al enlazar curvas. Si a eso sumamos un centro de gravedad bajo y un motor eléctrico que entrega el par de golpe, la sensación de agilidad promete ser notablemente mejor.
La marca rumana asegura que el objetivo era que el Spring pudiese moverse con soltura en zonas menos urbanas, y parece que por fin lo conseguirá sin perder su naturaleza de coche sencillo y asequible. El precio no se disparará y se mantendrá en torno a los 15.000 euros en versión básica y unos 17.000 para la más potente, lo que sigue colocándolo como el eléctrico más barato de Europa con diferencia.

Batería LFP: menos sustos, más vida útil y más sentido común
Creo que es importante contar por qué la batería de litio-ferrofosfato (LFP) es más segura. La razón es que las LFP son mucho más estables térmicamente, y si se calientan, no arden ni explotan con la misma facilidad, lo que reduce el riesgo de incendios espontáneos, especialmente en accidentes o cargas rápidas. Además, toleran mejor los abusos y puedes cargarlas al 100% sin miedo a degradarlas rápidamente.
En el caso del Dacia Spring, esta batería significa un salto cualitativo. El nuevo sistema de carga rápida permite recuperar energía suficiente para varios días de uso urbano en apenas media hora. Prácticamente puedes usarlo sin enchufe en casa.
Así que sí, el nuevo Dacia Spring de 100 caballos es una mejora real y no un lavado de cara. Ahora tiene potencia para moverse con dignidad fuera de la ciudad, una batería más segura y duradera, y un chasis que acompaña a estas mejoras. Si sigue costando lo mismo y mantiene su filosofía de coche sencillo, sincero, y funcional, puede que estemos ante otro eléctrico barato que no te obliga a elegir entre precio y usabilidad. Para mí, es de los eléctricos que van marcando camino.
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