SUV RECOMENDABLE
Citroën C4 X: para los que quieren algo distinto sin tener que explicarlo
El foco en el perfil y el tipo de coche que representa este SUV francés. Su diseño se destaca y, además, aporta capacidad extra si buscas buen maletero.

Publicidad
Cómo conducir un SUV y llamar la atención al mismo tiempo, cómo exhibir criterio y algo de originalidad en el nuevo mundo de los vehículos desalmados. Pues, no sé si considerar al Citroën C4 X un distinto al que no le caben objeciones ni detractores del tipo "es más de lo mismo", pero es digno de colocarlo en una minoría, de ver en este modelo francés un acercamiento, al menos, a salir del tedio y la monotonía de estos coches.
No es el único caso en la gama de Citroën. Su hermano, el Citroën C5 X, es uno de los vehículos familiares más bonitos, un modelo que goza de un diseño a tener en cuenta, bastante singular. Cuando lo ves, te das cuenta de que no hay rival de su segmento que se parezca. Lo mismo ocurre con esta versión del C4. Si te preguntas qué quiere decir la X, no equivale a deportividad como en Volkswagen o a un tipo de vehículo, como en el caso de los SUV de BMW.
En Citroën, la letra responde a las dimensiones. Un C5 X es más largo, tiene mayor distancia entre ejes y una mayor altura sobre el suelo que su sedán antecesor. Respecto del Citroën C4 de estilo hatchback, el C4 X, gracias a que se estira 25 centímetros aportando un voladizo y un sector trasero superior, representa amplitud y mayor espacio de carga en el maletero.

Un SUV sedán llamado Citroën C4 X
Verán, entonces, cómo estas versiones tienen funcionalidad de la cual aferrarse para atraer clientes. Pero, como resulta inevitable que los coches nos entren por los ojos –aunque para el cliente no siempre sea el diseño una prioridad, lo considero un factor que tiene que pesar en una decisión de compra–, lo que más nos importa del Citroën C4 X es su apariencia destacada.
¿Dónde creo que está su secreto para diferenciarse de otros pares del mercado? Este modelo poco tiene que ver con el C4 hatchback, que se emparenta con el estilo de SUV coupé más tradicional. Poco tiene que ver con un Mercedes-Benz GLC Coupe, con un BMW X2, un X4 ni mucho menos con un BMW X6, el más cupé de todos esos. Tampoco pretende ser unVolkswagen ID.5 o un Renault Rafale. En todo caso, podría compararse con el Renault Arkana. Pero, incluso a diferencia de este último, el Citroën C4 X no disimula sus aspiraciones a ser un SUV diferente de todos estos de estilo cupé.
De hecho, ni siquiera lo consideraría un SUV cupé de raza técnicamente hablando. Rompe con la lógica caída de techo abrupta, prolonga el corte de la zaga. Es una especie de bicho raro. Un SUV sedán sería una forma adecuada de catalogarlo. Un coche con perfil de berlina, pero inflado, llevado al terreno de los SUV y, además, con una longitud que se queda en los 4,5 metros. Un SUV berlina comprimido, ¿por qué no etiquetarlo también de esa forma? En esta rareza está su secreto. Estaría de más explicar, en caso de que fuese nuestro coche, que nuestra búsqueda se enfocó en tener algo diferente. Desde este punto de vista, y si te sirve un buen espacio de carga, un SUV recomendable.
Publicidad