OPORTUNIDADES Y ESTAFAS
Comprar coche de segunda mano sin que te timen: lo básico
No te fíes de anuncios con fotos perfectas y precios ridículamente bajos. Si un BMW de hace tres años está a mitad de precio, algo hay.

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Comprar un coche de segunda mano puede ser una aventura, pero también un riesgo si no vas con ojo. Entre vendedores que te quieren colar un trasto y precios que parecen demasiado buenos para ser verdad, es fácil acabar con un chasco. Aquí te contamos lo esencial para que pilles un coche usado decente sin que te la den con queso. Todo claro, sin tecnicismos.
¿Por dónde empiezas a buscar?
Lo primero es tener claro qué necesitas: ¿un utilitario para la ciudad, un familiar para viajes largos o algo todoterreno? Define tu presupuesto, pero no te limites al precio del coche; guarda un margen para arreglos, impuestos o el cambio de nombre. Luego, busca en sitios fiables: las plataformas como Wallapop o Milanuncios están bien para particulares, pero los concesionarios de segunda mano suelen dar más garantías.
No te fíes de anuncios con fotos perfectas y precios ridículamente bajos. Si un BMW de hace tres años está a mitad de precio, algo hay (por ejemplo, que salga de una inundación. Mira el historial del vendedor, lee opiniones si es un concesionario y, si es un particular, pregunta por qué vende. Y no te lances a lo primero que veas: compara modelos, años y precios para hacerte una idea de lo que es razonable.
Antes de quedar con nadie, pide el número de bastidor (el DNI del coche) y comprueba su historial en la DGT o con servicios como Carfax. Así sabrás si ha tenido accidentes, cuántos dueños ha tenido o si está embargado. Este paso te puede ahorrar un disgusto gordo, así que no lo pases por alto.
¿Qué mirar cuando ves el coche?
Cuando quedes para ver el coche, no te dejes deslumbrar por una carrocería brillante. Lleva a alguien que entienda un poco si tú no controlas, o mejor aún, pídele al vendedor que te deje llevarlo a un taller de confianza. Fíjate en lo básico: arañazos, óxido, desgaste de los neumáticos o si las puertas cierran bien. Si el interior está hecho un desastre, igual el dueño no lo ha cuidado mucho.
Arranca el motor y escucha: si suena como una cafetera vieja o ves humo raro por el escape (Muy blanco o muy negro), mala señal. Prueba el coche en carretera, no solo en una vuelta por el parking. Mira si los frenos responden bien, si el cambio va suave y si no hay tirones raros. Y no te cortes en preguntar: ¿cuándo fue la última revisión? ¿Ha tenido averías gordas? Un vendedor honesto no se pondrá nervioso.
Ojo con el cuentakilómetros: hay listos que los trucan para que parezca que el coche ha rodado menos. Si un coche de 10 años tiene 50.000 km, desconfía. Compara el desgaste del volante, los pedales o los asientos con los kilómetros que marca. Si no te cuadra, pide facturas de mantenimiento o el libro de revisiones para confirmarlo.

¿Cómo cierras el trato sin que te la cuelen?
Si el coche te gusta, no te lances a firmar sin asegurarte de todo. Pide el contrato de compraventa y léelo con calma. Debe incluir los datos del coche, el precio, la fecha y que no tiene cargas (como multas o embargos). Si el vendedor es un particular, comprueba que sea el titular del coche; si no, puede ser un lío. En los concesionarios, exige al menos un año de garantía por ley, y si te dan más, mejor.
El pago, siempre seguro. Nada de transferencias raras o efectivo en mano sin papeles. Usa una transferencia bancaria o un cheque, y no pagues todo hasta que el coche esté a tu nombre. El cambio de titularidad se hace en la DGT, y suele costar unos 55 euros. Asegúrate de que el vendedor te da el permiso de circulación, la ficha técnica y el justificante del seguro en vigor.
Por último, no te dejes presionar. Si el vendedor te mete prisa o dice que “otro está interesado”, que no te entre el agobio. Un coche de segunda mano es una inversión fuerte, así que tómate tu tiempo. Si algo no te huele bien, pasa y busca otro. Hay miles de coches esperando.
¿Qué más debes tener en cuenta?
Cuidado con las gangas en ciudades donde las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) están apretando, como Madrid o Barcelona. Algunos intentan vender coches sin etiqueta ECO o Cero a precio de risa porque no pueden circular en el centro. Hablando de ZBE, en 2025 algunas, como las de Segovia o Badajoz, se han ido al garete por sentencias judiciales que las veían mal planteadas. Si vives en una ciudad con ZBE, prioriza un coche con etiqueta ECO o Cero para no tener problemas.
Otra cosa: calcula los gastos a largo plazo. Un coche viejo puede ser barato al comprarlo, pero si gasta mucho o se avería cada dos por tres, te saldrá caro. Mira el consumo, el precio del seguro y cuánto cuestan las piezas de ese modelo. Y si el coche es diésel, ten en cuenta que cada vez hay más restricciones para ellos.
En resumen, comprar un coche de segunda mano es como un juego de ajedrez: hay que ir con estrategia. Revisa el historial, prueba el coche a fondo, asegúrate de que los papeles están en regla y no te dejes llevar por el impulso. Con un poco de paciencia y estos consejos, te llevarás un coche decente sin que te timen.
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