EL PASSAT CHINO
Bestune B70: China afina su puntería
No es un recién llegado: en su currículum figuran décadas de colaboración con marcas como Volkswagen y Toyota. El B70, por tanto, no es un experimento improvisado, sino un modelo con varias generaciones a sus espaldas y una apuesta clara por hacerse un hueco en los mercados que todavía no han sucumbido del todo al SUV.

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El nombre puede sonar a desconocido, pero detrás del Bestune B70 hay una marca con solera en su país. Bestune es propiedad del gigante FAW, uno de los fabricantes históricos de la industria china del automóvil. No es un recién llegado: en su currículum figuran décadas de colaboración con marcas como Volkswagen y Toyota. El B70, por tanto, no es un experimento improvisado, sino un modelo con varias generaciones a sus espaldas y una apuesta clara por hacerse un hueco en los mercados que todavía no han sucumbido del todo al SUV.
A simple vista, el coche entra por los ojos. Sus proporciones son clásicas: carrocería de tipo sedán, líneas limpias, una zaga alargada sin caer en lo recargado. Es grande (supera los 4,8 metros de largo) y transmite esa sensación de coche serio, bien plantado. El diseño no busca romper moldes, pero tampoco cae en el anonimato. A diferencia de otros modelos que buscan el impacto fácil con formas agresivas, aquí se ha optado por una elegancia más contenida. No parece un coche de 25.000 euros, y ese es precisamente uno de sus argumentos más sólidos.
El interior sigue la misma lógica. Hay tres pantallas, cuero sintético y una presentación cuidada. Los ajustes no deslumbran, pero están por encima de lo que uno esperaría por este precio. El espacio es generoso, especialmente en las plazas traseras, y el maletero roza los 500 litros. El B70 no busca ser un deportivo, ni falta que le hace. Está pensado para viajar cómodo, y eso se nota en la suspensión blanda y la dirección suave. Lleva un motor 1.5 turbo de 169 CV que se mueve con soltura, aunque sin pretensiones dinámicas. La caja de cambios es automática, de doble embrague, y cumple sin alardes.
Entre la berlina tradicional y la alternativa económica
El verdadero atractivo del B70 no está en lo que hace mejor que sus rivales europeos, sino en lo que ofrece por lo que cuesta. No intenta competir con un Passat o un Mazda6 en refinamiento, pero se acerca lo suficiente como para que muchos se lo piensen dos veces. En un mercado donde las berlinas tradicionales están de capa caída y los precios no paran de subir, este tipo de producto tiene margen para encontrar su sitio.
Además, juega con un argumento que hasta hace poco parecía reservado a marcas más asentadas: la garantía. Bestune ofrece 7 años o 150.000 km, una cifra que invita a pensar que al menos en fiabilidad tienen confianza. La marca no es aún conocida en España, pero eso puede cambiar si la red de distribución se mueve con agilidad y si el servicio postventa está a la altura. De momento, se vende a través de Invicta Electric, que ya distribuye otros productos chinos.
Los posibles escollos no hay que buscarlos tanto en el coche como en la percepción. A muchos compradores les sigue pesando la etiqueta “made in China”, aunque cada vez menos. El salto de calidad en los últimos cinco años ha sido evidente, y marcas como MG lo han demostrado. El B70 no intenta esconder su origen, pero tampoco se limita a competir por precio. Es una berlina que sabe que el diseño y el equipamiento pesan, y ha ajustado su propuesta en consecuencia.

Un nicho pequeño, pero con potencial
Las berlinas ya no son lo que eran. Los SUV lo han devorado casi todo, y eso hace que un coche como el B70 tenga que buscar su espacio en un mercado más estrecho. Pero ese mismo contexto puede jugar a su favor. Hay quienes siguen prefiriendo una carrocería baja, más eficiente en autopista y con una pisada más estable. A ese público va dirigido este modelo, que tampoco pretende ir de rompedor.
Por ahora, solo se ofrece con ese motor 1.5 turbo, sin variantes híbridas ni eléctricas. Es probable que lleguen más adelante, pero por el momento la apuesta es sencilla. Coche grande, bien equipado, con una garantía generosa y un precio que roza los 25.000 euros. En un segmento que parecía condenado a desaparecer, el B70 ofrece una alternativa real sin tener que recurrir a marcas generalistas.
Habrá que ver cómo responde el mercado y si el coche se adapta bien a las exigencias del cliente español. Pero si algo queda claro es que Bestune no ha venido a hacer pruebas: el B70 entra en un segmento difícil, pero lo hace con un planteamiento serio. No inventa la rueda, pero tampoco lo necesita.
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