MÁS CALIDAD QUE SUS RIVALES MÁS BARATOS
Ni el Dolphin Surf ni el Dacia Spring: si quieres un eléctrico bien construido para ciudad o incluso para carretera, la respuesta es este Citröen de 16.000 €
El precio suele ser decisivo en el contexto actual, y el Citroën ë-C3 ha llegado para demostrar que un eléctrico asequible no tiene por qué parecer barato.

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El l Citroën ë-C3, fabricado en Europa, se desmarca del BYD Dolphin Surf y el Dacia Spring gracias a una construcción más sólida, un confort de marcha muy por encima de la media y una autonomía que le permite no solo moverse por ciudad, sino afrontar viajes interurbanos con la tranquilidad de que no te quedarás tirado.
La versión de 44 kWh, con ayudas del Plan MOVES III y financiación, puede quedarse en torno a los 16.000 euros, lo que lo convierte en una opción más cara que sus rivales chinos o rumanos, pero con un salto cualitativo notable. La suspensión progresiva Advanced Comfort, marca de la casa, suaviza baches y adoquines con una naturalidad que sorprende en este segmento, y los materiales interiores transmiten una sensación de mayor solidez.
En comparación, el Dolphin Surf apuesta por un precio muy ajustado y un diseño juvenil, pero sacrifica refinamiento y calidad de acabados. El Spring, por su parte, sigue siendo el más barato de todos, aunque su planteamiento básico y su limitada potencia lo relegan casi exclusivamente a un uso urbano.
Un eléctrico urbano que no teme a la carretera
Uno de los grandes atractivos del ë-C3 es que no se queda corto fuera de la ciudad. Su motor de 113 CV le permite adelantar con cierta agilidad, mientras que la autonomía homologada de 320 kilómetros WLTP se traduce en unos 250 km reales. Esto, unido a su carga rápida de hasta 100 kW (del 20 al 80% en unos 26 minutos), le da un plus de versatilidad frente a sus competidores.
El BYD Dolphin Surf básico, con su batería de 30 kWh, se queda en torno a los 150-180 km reales de autonomía, lo que limita sus desplazamientos por autopista. El Dacia Spring va incluso un paso más atrás, con 45 CV y una aceleración muy modesta que no invita a salir de la ciudad. Además, la carga rápida en el modelo es opcional y mucho más lenta, algo que penaliza su uso en trayectos largos.
En el ë-C3, el confort en carretera es notable. La insonorización es correcta para un coche de este tamaño y precio, y el chasis transmite más firmeza que el de un microcoche urbano. Aunque no sea un coche pensado para devorar kilómetros como un sedán, sí ofrece una experiencia mucho más equilibrada para quien no quiere depender de un segundo vehículo de combustión.

Una compra sensata en tiempos de transición eléctrica
En la ecuación precio, calidad y uso, el Citroën ë-C3 se coloca en una posición muy atractiva. No es el más barato, pero sí el que mejor combina habitabilidad, autonomía y confort sin dispararse en coste. Para familias pequeñas, conductores que hacen mucha ciudad pero también algún viaje de fin de semana, o para quienes valoran un coche europeo con un mínimo de refinamiento, se presenta como una de las opciones más sensatas del momento.
El Dolphin Surf y el Spring siguen teniendo su público, sobre todo entre quienes buscan gastar lo mínimo posible. Sin embargo, con la incertidumbre de aranceles a coches chinos y las diferencias en calidades, el ë-C3 ofrece una apuesta más segura y duradera. Además, su maletero de 310 litros y sus cinco plazas reales lo convierten en un vehículo práctico para el día a día.
En definitiva, si buscas un eléctrico urbano que también sirva para escapadas por carretera, y que esté bien hecho por dentro y por fuera, el Citroën ë-C3 de 16.000 euros (con ayudas) es una de las respuestas más equilibradas del mercado en 2025.
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