AVERÍAS COMUNES EN VERANO

¿Tu aire acondicionado no enfría al arrancar? Esta pieza podría ser la causa

Muchos conductores creen tener una avería grave en el compresor, pero el fallo está en una pieza mucho más barata.

Aire acondicionado del coche

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Con la llegada de las altas temperaturas, el aire acondicionado del coche se convierte en un aliado indispensable. Sin embargo, no siempre responde como debería, y es común que muchos conductores se enfrenten a fallos que van desde la pérdida de potencia de enfriamiento hasta ruidos extraños. Estos problemas, aunque a veces parecen menores, pueden ser síntomas de fallos mecánicos o de mantenimiento que, si no se atienden a tiempo, pueden derivar en grandes averías.

Entre las incidencias más habituales se encuentran la falta de gas refrigerante, filtros obstruidos o fugas en el circuito. A esto se suman fallos eléctricos o electrónicos. Detectar a tiempo estas señales es clave para evitar que el aire acondicionado falle.

Cuando el aire acondicionado del coche deja de funcionar, muchos talleres apuntan directamente al compresor como origen del fallo. Esta pieza, cuya sustitución puede superar los 1.000 euros, no siempre es la culpable. Juan José, mecánico con años de experiencia, alerta sobre un error de diagnóstico muy común: "Hay una avería muy frecuente que la gente confunde con el compresor".

La válvula olvidada: clave en muchas reparaciones

El verdadero problema, en muchos casos, se encuentra en una pequeña válvula interna que regula el movimiento del compresor, activando o deteniendo los pistones que comprimen el gas refrigerante. "Esa válvula falla muchísimo", explica Juan José, quien insiste en que cambiarla es más económico y suele ser suficiente para solucionar el fallo.

Una señal clara de que la válvula podría estar fallando es que el aire acondicionado no enfría al encender el coche, pero empieza a funcionar correctamente tras unos minutos de conducción. "El 90% de las veces es esa válvula", afirma. Además, el sistema de aire acondicionado puede detenerse automáticamente si detecta un fallo de presión.

Otra avería común son las fugas de gas, que dependiendo de su tamaño pueden repararse o requerir una intervención mayor. En cualquier caso, es fundamental un diagnóstico preciso para evitar reparaciones innecesarias y costosas.

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