HA DEMOSTRADO SER EFICAZ

Si no quieres forzar el aire acondicionado de tu coche también puedes recurrir a este truco

Bajar del todo la ventanilla del copiloto tras subirse al coche y abrir y cerrar en repetidas veces la puerta del conductor es una solución por la que muchos abogan ante las altas temperaturas.

Aire acondicionado del coche

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Cualquier solución ante el tremendo calor que nos hace padecer en el coche es bienvenida. En alguna ocasión hemos dado algunos trucos para ayudar a coger un respiro en este sentido. Esta vez os vamos a dar otro que, a diferencia de los anteriores, mima el consumo del aire acondicionado hasta hacerlo innecesario. Ya sabréis de primera mano que, cuando vuestro coche está aparcado bajo el sol, los los rayos solares atraviesan los cristales y calientan las superficies del habitáculo: el salpicadero, los asientos, el volante, etc.

Al mismo tiempo, estos componentes desprenden calor y provocan que la temperatura del aire atrapado dentro del coche suba y tengamos esa sensación tan molesta. Es un fenómeno llamado "efecto invernadero". Es perfectamente posible que el aire de la calle pueda estar a unos 30º C, pero en el vehículo el termómetro marque un registro alucinante por encima de los 50 o 60 ºC. Algo muy peligroso y nocivo dado que nos podemos quemar y se pueden sobrecalentar los componentes expuestos al sol que ya os hemos citado. Pero como te hemos anticipado al inicio, esto tiene solución.

Así puedes ventilar el habitáculo sin gastar nada

El truco que te vamos a detallar no exige que utilices ninguna herramienta, ni tampoco que tengas ciertos conocimientos de mecánica. Simplemente, has de usar tus manos, la puerta del conductor y la ventanilla del copiloto. El proceso consiste en abrir primero la última de estas y después la primera de la siguiente manera:

  • Baja completamente la ventanilla del copiloto. Es importante que únicamente sea una y esté en el lado opuesto a donde está el conductor. El resto de las ventanillas tienen que estar cerradas.
  • Colócate en el lado del conductor y abre su puerta. No obstante, cerciórate de que no viene ningún otro vehículo desde atrás ni de frente ni que hay obstáculo alguno que dificulte su apertura.
  • Abre y cierra repetidamente la puerta del conductor con un movimiento enérgico y continuado, como si tuvieras un abanico en la mano y estuvieras abanicándote. Repítelo unas cinco o seis veces por lo menos. No hace falta dar un portazo fuerte, sino que es mejor que hagas un movimiento fluido y rápido similar al que harías si estuvieras bombeando aire.

De esta forma, estás expulsando el aire de dentro hacia afuera. Dado que la ventanilla del copiloto está abierta, se crea una corriente. La presión que genera el movimiento de la puerta empuja al aire caliente y viciado a salir por la ventanilla abierta en el lado contrario, mientras que por el espacio de la puerta en movimiento entra aire desde el exterior, que estará a temperatura ambiente. En definitiva, estás cambiando manual y rápidamente la masa de aire cálida de dentro por aire más fresco. El resultado es una bajada de temperatura casi instantánea y muy significativa que puede llegar a unos 10 ºC.

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