Las medusas pueden hacer que lo que iba a ser un fantástico día de playa acabe mal. Pero, aunque a nadie le gusta encontrarse con ellas, las medusas son un elemento clave para el ecosistema marino.

No en vano las medusas son uno de los organismos vivos más primitivos que se conocen. Hay registros fósiles de este animal invertebrado de la Era Primaria, hace más de 600 millones de años.

El problema de las medusas (para nosotros) son sus células urticantes, que usan para capturar presas y como defensa. Cuando una presa (o un bañista despistado) toca la superficie de la medusa, las células, que contienen una cápsula en cuyo interior hay un filamento enrollado y un veneno, se abren y los filamentos se eyectan clavándose en la presa.

Según el tipo de medusa del que se trate, el veneno puede tener unos efectos leves o llegar a ser mortal. En este artículo te dejamos información sobre la medusa más peligrosa del mundo.

Cómo es la carabela portuguesa

Este verano hay una especie en concreto que está empezando a traer de cabeza a los bañistas en algunas zonas de España, en concreto, al litoral vasco y se trata dela carabela portuguesa.

La primera vez que se vieron por la zona fue en el año 2008 y ya se han detectado en varias playas guipuzcoanas como las de San Sebastián, Zarautz, Getaria y Hondarribia, según informa Europa Press.

No obstante, la carabela portuguesa también aparece con frecuencia, sobre todo en verano, en las costas de Galicia y el Cantábrico. Y se han avistado en aguas del Mediterráneo.

Recuerda que las autoridades alertan de la presencia de medusas en las playas colocando una bandera amarilla y blanca (o una bandera blanca con dos medusas de color violeta), pero vamos a explicarte cómo reconocer por ti mismo a la carabela portuguesa. ¡No se te ocurra tocarla ni fuera del agua!

Técnicamente, la carabela portuguesa no es una medusa, sino una colonia de ellas. Esta variedad es identificable sobre todo por su distintivo color violáceo intenso y su vela llena de gas que permite que la medusa flote y se desplace con el viento, convirtiéndola en un verdadero navío de los mares.

Sobre la arena de la playa, parece una especie de bolsa de plástico o un globo de color violeta iridiscente, que llama la atención de los niños sin saber de su peligrosidad.

Además, tiene unos tentáculos que llegan a alcanzar hasta 20 metros de longitud o más.

La peligrosa picadura de la carabela portuguesa

La carabela portuguesa puede causar una dolorosa y peligrosa picadura, graves erupciones cutáneas y reacciones alérgicas que incluyen dificultad para respirar, taquicardia y dolor punzante.

Esto se debe a su alta densidad de nematocistos o células urticantes, combinada con un veneno potente con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas. En ciertos casos, la picadura de la carabela portuguesa puede inducir un shock neurógeno y la muerte.

Cabe resaltar que la picadura de la carabela portuguesa puede afectar a personas de todas las edades y puede ser especialmente peligrosa para niños y personas con problemas de salud preexistentes.

Me ha picado una medusa ¿qué hago?

Ante la picadura de una medusa como la carabela portuguesa hay que buscar atención médica inmediata y lavar la zona afectada con agua salada.

No frotes la zona afectada ni apliques vinagre, ya que esto puede empeorar la situación. De hecho, hay muchos falsos mitos sobre este tema, de modo que te dejamos este artículo sobre qué nunca hacer si te pica una medusa.

1. Aclara la zona afectada con agua de mar (el agua dulce extiende la contaminación).

2. Retirar los restos de tentáculos de la piel con unas pinzas o con el borde de una tarjeta bancaria. Los restos de tentáculos se quedan adheridos, así que hay que quitarlos para que la herida no empeore, pero no la frotes con arena de la playa ni con una toalla.

3. Pon la zona en remojo en agua muy caliente (todo lo que se pueda tolerar) durante al menos 30 minutos. Si no puedes remojarla, utiliza paños o toallas calientes.

4. Toma analgésicos como paracetamol o ibuprofeno si es necesario.

Las picaduras de medusa tienden a mejorar en unas pocas horas, pero algunas provocan erupciones que duran semanas. En ocasiones, la picadura dejará una cicatriz permanente.