Aunque parezcan y realmente sean cosa del pasado, los llamadosmitos del amor romántico siguen muy presentes. Que si el amor todo lo puede, que si la media naranja, que si somos más completos o completas como personas cuando estamos en pareja, que si los celos son la mayor prueba de amor que existe, que si...
Todo eso, todas esas plegarias de (mal)amor, no son más que viejos mitos del amor romántico en los que aún muchos jóvenes y adolescentes siguen creyendo (también por desgracia, muchos adultos).
"Sí, todavía los jóvenes tienen interiorizado muchos mitos del amor romántico. Por ejemplo, todo eso de si hay amor se tiene que aguantar todo y sacrificarse, aquello de los imposibles de cuanto más irreal e inalcanzable sea esa persona, más me gusta y más amor siento por ella, o eso de si sufro por amor es porque de verdad le quiero o la quiero", explica a laSexta.com Silvia Cintrano, sexóloga y directora de la unidad de Terapia de Pareja del Instituto Centta y autora del libro 'In Fraganti. Hablemos de Educación Sexual'.
Y todos estos mitos románticos -añade la experta- también calan y están lógicamente relacionados con su esfera sexual. Y todo ello hace mucho daño porque pensamos que el amor de verdad tiene que ser así. Por todo, "es muy importante, intentar derribar todos viejos mitos del amor romántico que tanto mal hacen a las relaciones de pareja. Y explicarles a nuestros jóvenes y adolescentes y sobre todo que interioricenlo que es de verdad el amor sano".
Sin embargo, es cierto que los adolescentes saben que estas cosas son solo mitos, saben que eso no es sano y que eso no es realmente el amor, pero en cambio, les cuesta mucho llevarlo a la práctica.
Esto es "los nuevos modelos del amor, del amor sano también existen para los adolescentes, esos mensajes también les llegan y están a su alcance, por lo que ellos son conscientes (y cada vez más) de lo que es el amor sano y las relaciones sanas. Conocen perfectamente la teoría (que amar no es depender ni sufrir, ni los celos son prueba de nada...) pero no pueden, en muchas ocasiones, llevarla a la práctica. Y no pueden porque no hay un trabajo actitudinal para cambiarlas de verdad", explica Ana Yañez, psicóloga y sexóloga y directora del Instituto Clínico Extremeño de Sexología (ICEXS) y miembro del Comité Asesor de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS).
Hay que tener en cuenta -aclara la experta- que "los esos viejos mitos del amor romántico seguirán existiendo hasta que haya una buena educación afectivo-sexual a todos los niveles y en esta educación incluimos cómo nos relacionamos afectivamente con las demás personas, incluidas las relaciones de pareja. Esos mitos aún existen porque es el modelo de amor que nos enseña nuestra sociedad".
Es importante que los mensajes del amor sano no sólo les lleguen sino que los interioricen, que se hagan reales en la práctica. Que el amor y las relaciones sanas no duelen. Que los celos no son prueba de amor. Que por amor no tienes que dejar de lado tus hobbies, ni tus amistades ni nada. Que el amor suma y nunca resta, que te deja ser y no te cambia, que te llena y te complementa. Que lo imposibles no existen.
Esos viejos mitos pueden provocar problemas de salud mental
Y esos modelos de amor romántico y festividades como la de hoy, 14 de febrero Día de San Valentín (también hoy se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual) hacen mucho daño a nuestros jóvenes, porque son todavía muy vulnerables para poder manejar según qué cosas.
De este modo, y según señala Concha Hernández, psicóloga de la Clínica de salud mental López Ibor(Madrid), "hay quienes viven San Valentín como un día triste y apático, por el simple hecho de no tener pareja o de tenerla y que no sea idílica y sobre todo, por la presión de la sociedad, en donde si no encuentras tu 'media naranja' estás perdido/a e incompleto/a".
Todos esos mensajes erróneos y esta presión social agravada por la exigencia de la perfección y de las vidas idílicas que muestran las redes sociales -continúa explicando- "están fomentando que afloren problemas de salud mental. Debemos ser conscientes de ello y ponerle solución". Sobre todo en nuestros jóvenes y adolescentes que están en etapas cruciales (y muy vulnerables) de la vida".
"La presión que puede ejercer sobre las personas la idea de tener una vida perfecta, cuando esa persona no considera que la tiene, pueden traer consigo problemas derivados de la autoexigencia. Trastornos del estado de ánimo como depresión o ansiedad o trastornos de la conducta alimentaria son, entre otros, algunos de los trastornos más comunes hoy en día que pueden aflorar, más en fechas como esta".
Consejos para las familias: hablar (más) con los hijos/as
Sabemos que no es fácil desde las familias porque como han comentado las expertas la educación afectivo-sexual debe ser a todos los niveles: sociedad, escuela, familia… Pero dentro de la realidad, ¿cómo podemos, como madres y padres o familia, explicarles a nuestros hijos/as que el amor romántico no existe y que y que las relaciones de pareja y sentimentales son otra cosa, más sana y más bonita?
1. Enseñar buenos tratos
Una de las claves más importantes es enseñar desde pequeños lo que son buenos tratos. "Es bueno que las familias enseñen a sus hijos lo que es el amor sano partiendo de lo que es el amor insano. Y para ello, podemos analizar las consecuencias que tiene ese amor insano y esos viejos mitos", aconseja Yáñez.
Y enseñarles así, que es lo que está bien y lo que está mal. "Para ello, podemos incluso acompañarnos de escenas de series o películas: a veces el cine y el video nos ayuda porque al visualizarlo queda todo mucho más claro".
Al final educar en el buen trato y el amor, añade esta especialista, "es decirle a tus hijos/hermanos que debemos darnos prioridad, que hay que pensar en todas las áreas de nuestra vida y que hay que cultivarlas también, que la relación de pareja es sólo una parte más que camina en paralelo a ti, que suma y que es recíproco".
2. Hablar sin miedo, mostrarles un ambiente de confianza
Es una de las claves fundamentales. Según explica Cintrano, es fundamental que los padres hablen con sus hijos de todas estas cosas, sin miedo, ni preocupaciones. Que los adolescentes sepan que pueden contar con ellos, si bien padres y madres saben que no les van a contar todo porque preferirán hacerlo con sus amigos, pero que sepan que ellos, los adultos estarán ahí.
Es importante que se cree ese ambiente de confianza en casa, que no haya temor o vergüenza a hablar de ciertas cosas en la casa. Y es importante que esto no se haga sólo cuando llegan a la adolescencia sino que se fomente y se eduque desde la infancia: "Los afectos se trabajan y se cultivan desde pequeños", sostiene Cintrano.
Igualmente con las preguntas del terreno sexual. Es importante dejar los tabúes a un lado y abordar con naturalidad estas cosas porque al fin y al cabo son cosas que pasan, que no se pueden esconder. "No podemos pretender que los adolescentes aprendan todo fuera y además lo aprendan bien. Estos son cada vez más curiosos y por ejemplo, series tipo 'Sex education' ayudan a derribar todos esos mitos y a educar de una forma más real", explica la experta.
Por ello "es importante que las familias estén ahí, que los hijos sepan que cuando lo necesiten van a poder contar con su ayuda. Que hablar y tener ese clima de confianza es muy bueno y positivo. Y si no se sabe qué contestar, no pasa nada, es normal no saber todo. Se puede incluso buscar juntos la respuesta", concluye Cintrano.
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