El yodo es esencial para un buen funcionamiento de nuestra hormona tiroidea. Y este elemento se encuentra de forma natural en muchos alimentos de nuestra dieta (entre ellos la sal yodada o el pescado) los cuales debemos tomar de forma habitual para conseguir llegar a los niveles recomendados.
Y este es el yodo que es importante para nuestro día a día, aquél que debemos controlar o vigilar para cuidar nuestra función tiroidea, imprescindible en numerosas funciones de nuestro organismo.
Sin embargo, desde que comenzó la guerra en Ucrania, las consultas sobre los complementos de yodo (yoduro de potasio) para protegernos de la radioactividad en caso de una amenaza nuclear se han disparado en las farmacias españolas.
Pero estos complementos de yodo, de venta en farmacia, no servirían en caso de que ocurriera un accidente nuclear, como el de Chernobyl en 1986, hace ya casi 36 años. Ni siquiera serviría tomarlo a modo preventivo, 'en caso de' o 'por si'. Y esto es algo que debemos tener muy en cuenta porque la ingesta excesiva e indiscriminada de yodo o suplementos tiene consecuencias negativas en la salud.
"Los suplementos que se venden mayoritariamente en las farmacias españolas tienen una dosis mínima, porque están dirigidos a suplementar, en caso de déficit de yodo, a las personas que lo necesitan. Por ejemplo, en mujeres embarazadas o personas con hipotiroidismo", afirma a laSexta.com la farmacéutica Cristina García-Agulló, técnico del Servicio de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). Además, "estos suplementos se adquieren con receta médica".
Igualmente, el farmacéutico Iván Espada, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, explicó este lunes en Más Vale Tarde, que las cantidades de yoduro de potasio que habría que tomar en caso de accidente nuclear serían muchísimo más altas que las dosis que se venden en farmacias para suplementar en caso de que las personas tengan déficit, y además sería el Gobierno o las autoridades competentes quienes se hicieran cargo de su administración en caso de accidente nuclear, tal como ocurrió en Chernobyl. Por lo que no, los suplementos de yodo no servirían.
Recomendaciones diarias de yodo y los alimentos que lo contienen
"El yodo es el elemento fundamental para el funcionamiento de la glándula tiroides. Las hormonas que sintetizan esta glándula contienen yodo. Y por este motivo, la glándula tiroides, de manera natural, va a captar yodo para poder sintetizar sus hormonas", explican los doctores Lluis Vila y Juan Carlos Galofré, del área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
De este modo, las recomendaciones diarias que debemos tomar de yodo -a través de los alimentos- para mantener unos niveles adecuados, "están alrededor de 150 microgramos de yodo en población adulta, 90-120 microgramos en población infantil y 250 microgramos en mujeres gestantes o que mantienen lactancia".
Para cubrir estos requerimientos, la única forma de hacerlo es a través de algunos alimentos de nuestra dieta (o través de suplementos en personas que no llegasen a tales recomendaciones). “La principal fuente de yodo es la sal yodada, pescados, mariscos y algas", explica por su parte Marta Barrena, nutricionista del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Centro Médico Quirónsalud Tres Cantos, ambos en Madrid. También, hay otros alimentos que contienen yodo como la leche o los lácteos. No obstante, "con lasalgas hay que tener precaución en mujeres embarazadas porque pueden afectar al feto, por ello se recomienda no tomarlas".
Las recomendaciones diarias que debemos tomar de yodo, a través de los alimentos, están alrededor de 150 microgramos de yodo en población adulta, 90-120 microgramos en población infantil y 250 microgramos en mujeres gestantes o que mantienen lactancia
Con respecto a sal de mesa y sal para cocinar, es recomendable tomar sal yodada en vez de otro tipo, según aconsejan desde la SEEN: "poca sal, pero que sea yodada". Porque es importante tener en cuenta el consumo de sal: la cantidad máxima que debemos tomar de sal al día no debe superar los 5 gramos por persona y día, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una dieta alta en sal o en sodio es un factor de riesgo para la hipertensión.
Especial cuidado -tal como contamos en este artículo- debemos tener con la llamada 'sal oculta', es decir, con aquellos alimentos procesados que contienen gran cantidades de sal. Tal como explicaba la SEEN en este informe se considera que un producto tiene una alta cantidad de sal cuando supera los 1,2 gramos por cada 100 gramos de alimento.
Hay personas que, por diversos motivos, no llegan a las cantidades recomendadas de yodo y necesitan tomar, por indicación médica, los suplementos que se venden en las farmacias. Por ejemplo, en el caso de las mujeres embarazadas, añaden los doctores de la SEEN, "hay una mayor necesidad de yodo, por lo que en la mayoría de los casos se recomienda que tomen como suplementos comprimidos de yoduro potásico en unas cantidades ajustadas a tal efecto. Estos comprimidos habitualmente contienen entre 100 y 200 microgramos de yodo".
Según explica, además, García-Argulló, es importante, para la salud, no superar las dosis recomendadas de yodo. "En el año 2002, el Comité Científico de la Alimentación Humana de la UE estableció un límite máximo de yodo que no se debería superar: ese límite estaba fijado de 600 μg/día (600 microgramos al día) para los adultos y de 200 μg/día para los niños/as de 1 a 3 años".
Un exceso de yodo podría causar riesgos. Así, tal como explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) -en este informe- contenidos elevados de dieta en la dieta de manera continuada "pueden estar relacionados con un aumento de patologías de la tiroides como hipertiroidismo, hipotiroidismo, bocio y/o autoinmunidad tiroidea en personas con enfermedad tiroidea subyacente o en aquellas expuestas previamente a la deficiencia de yodo".
En caso de amenaza nuclear, ¿qué pasaría con el yodo?
Nada que ver tendría todo lo comentado anteriormente, en caso de accidente nuclear o nube radioactiva. "Cuando hablamos de protección en accidentes nucleares hablamos en miligramos y no en microgramos, es decir, una cantidad muchísimo mayor", sostiene García-Argulló.
Las dosis de los comprimidos para la protección frente al yodo radioactivo "llevan cantidades que pueden contener entre 60 y 150 miligramos de yoduro potásico: supera en más de 500-1000 veces la dosis recomendada diaria", apuntan los doctores Vila y Galofré.
Las dosis de los comprimidos para la protección frente al yodo radioactivo superan en más de 500-1000 veces la dosis recomendada diaria
En el caso de un accidente nuclear o nube radioactiva, explican ambos expertos, "el yodo radioactivo puede afectar a la glándula tiroides por el aumento del riesgo de cáncer", por lo que en estos casos "sí que se recomienda la ingesta de comprimidos de yoduro potásico, pero a dosis muy elevadas para bloquear cualquier captación de yodo radioactivo por parte de la glándula tiroides. No sirven en absoluto las dosis de los comprimidos que se utilizan en las mujeres embarazadas".
No obstante, es importante también tener en cuenta -añaden ambos profesionales- que "cuando hay riesgo de contacto con yodo radioactivo, solo minimiza el riesgo de padecer cáncer de la glándula tiroides y no protege de los otros efectos que pueda ocasionar la radioactividad".
Además, como también hemos comentado en párrafos anteriores, "en el supuesto caso de un accidente nuclear o riesgo de una nube radioactiva se deben seguir las indicaciones (en cuanto a yodo) de la autoridad competente", concluyen los expertos.
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