Riesgo de cáncer de piel

Esto es lo que no hay que hacer cuando hay quemaduras solares (y lo que sí alivia y trata cuando te has quemado)

El cáncer de piel se desarrolla como un proceso acumulativo. Cuantas más quemaduras solares, mayor probabilidad. Es posible que una persona que solo se haya quemado una vez pueda desarrollar un cáncer de piel, pero una exposición elevada aumenta el riesgo.

Varias personas tomando el sol en un hotel de Hangzhou (China)Varias personas tomando el sol en un hotel de Hangzhou (China)Lin Yunlong, Li Ying/Zhejiang Daily Press Group/VCG via Getty Images

Si bien las quemaduras solares no son un problema únicamente del verano, sí que esta es la estación más peligrosa para la piel. La única manera de evitarlas es la exposición solar progresiva y segura, aunque los dermatólogos repiten una y otra vez un mantra que a muchos les cuesta que se les quede en la cabeza: que no existe ningún bronceado saludable. ¿Por qué? Porque el bronceado es un mecanismo de defensa del cuerpo para protegerse de una agresión, en este caso, de la radiación solar.

Es especialmente necesario recordar esto, sobre todo en un momento en el que es frecuente ver cómo proliferan peligrosos bulos en redes sociales, como que la exposición solar sin protección genera algo denominado callo solar, que el uso de crema solar impide la absorción de vitamina D o que las gafas de sol impiden que se active la glándula pineal y, por lo tanto, no se regula nuestro ritmo de sueño. Estas (y muchas otras) mentiras que se convierten en tendencia acaban generando dudas en los usuarios y convirtiéndose en una amenaza para la salud.

Entre el desconocimiento y el despiste, las quemaduras solares son un problema bastante frecuente, pero no siempre sabemos qué hacer y qué no frente a una quemadura. No todas son iguales, las hay más graves que otras y el tratamiento adecuado va a depender de los síntomas, de factores si como si hay hinchazón o si han salido ampollas en la zona afectada. La mejor quemadura es aquella que nunca se produce, de modo que el primer paso es tomar conciencia de la importancia que tiene prevenir las quemaduras solares.

Las quemaduras solares pueden durar desde unos pocos días hasta más de una semana, dependiendo de la gravedad del daño causado por los rayos UV y de la profundidad con la que hayan penetrado en la piel. Además de que el daño puede ser tan serio como para causar ampollas, se pueden producir quemaduras solares graves en los labios. Exponerse al sol en exceso puede reactivar el virus que causa el herpes labial y hacer que salgan ampollas en los labios.

Qué es una quemadura solar

Lo primero es entender qué es una quemadura solar. ¿Sabes por qué el sol quema la piel? Las quemaduras solares se producen por la radiación de la luz ultravioleta (UV) del sol. Este tipo de luz es más intensa durante los meses de verano y en concreto, en España, entre las 11:00h y las 17:00h.

No hace falta estar tomando el sol, incluso en un día nublado, la luz ultravioleta atraviesa las nubes y puede provocar quemaduras solares. Y mucho cuidado con la nieve, la arena y el agua porque reflejan los rayos UV y queman la piel también. La luz UV daña las células de la piel. El sistema inmunitario reacciona aumentando el flujo sanguíneo en las zonas afectadas, lo que provoca la inflamación de la piel (eritema) conocida como quemadura solar.

Grado de las quemaduras solares

La mayoría de las quemaduras provocadas por el sol son de primer y segundo grave, aunque en casos extremos puede llegar a provocarse una quemadura de tercer grado:

  • Quemadura solar de primer grado: afecta a la capa externa de la piel (epidermis) y provoca enrojecimiento, tirantez, quemazón y dolor.
  • Quemadura solar de segundo grado: afecta, además de a la epidermis, a alguna otra capa interna. Provoca enrojecimiento, dolor, inflamación y ampollas.
  • Quemadura solar de tercer grado: afecta a las tres capas de la piel (epidermis, dermis e hipodermis) y requiere atención médica inmediata. Puede que la piel esté muy oscura (marrón), pero también blanquecina o amarilla. Con este tipo de quemaduras solares se destruyen determinadas terminaciones nerviosas y queda alterada la transmisión de la sensación de calor, por lo que puede ser no dolorosa.

Síntomas de una quemadura solar

En función del grado de la quemadura, los síntomas pueden ser unos u otros. Pero, por lo general, estos son los síntomas asociados a una quemadura solar:

  • Piel roja, inflamada y sensible al tacto
  • Sensación de tener la piel muy caliente
  • Tirantez
  • Ampollas que salen horas o días después de la exposición
  • Descamación de la piel días después de la quemadura
  • En casos graves, una quemadura solar puede provocar fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos o sarpullido. En estos casos hay que acudir directamente al médico.

Quemaduras solares: lo que no hay que hacer

Existen muchos trucos y remedios naturales y muchos consejos que suelen resonar cada vez que a uno se le pone la piel roja del sol. No obstante, estos son los consejos que jamás hay que seguir cuando se trata de quemaduras solares:

  • No apliques mantequilla a una quemadura en la piel.
  • No utilices vaselina ni otros productos pesados, que puedan impedir que salgan el calor o el sudor.
  • No coloques hielo ni compresas de hielo porque agravarías la quemadura.
  • No utilices soluciones alcohólicas irritantes.
  • Si hay ampollas, no las revientes, hay riesgo de infección y se ralentiza la cicatrización.

Qué hacer con las ampollas de una quemadura solar

  • No revientes las ampollas. Estas protegen la piel que está debajo. Si se abren, la piel puede infectarse.
  • Enfría la quemadura con compresas frías de forma intermitente o date una ducha rápida con agua fría o un baño templado añadiendo 60 gramos de bicarbonato de sodio a la bañera.
  • Si notas alivio, ponte una crema hidratante o gel de aloe vera en las ampollas. Prueba en una zona pequeña porque no a todo el mundo le va bien.
  • Protege la piel del sol mientras se cura la quemadura. Utiliza protector solar cuando las ampollas haya desaparecido.
  • No utilices camas de bronceado.
  • Opta por vestir ropa holgada que no presione la zona quemada.
  • Si la quemadura es dolorosa, toma ibuprofeno.
  • Pide consejo en la farmacia sobre si te conviene usar una crema de venta libre con hidrocortisona al 1% en la zona afectada.
  • Para tratar quemaduras por el sol en los ojos, según MayoClinic, cubre los ojos con una toalla limpia humedecida con agua fría del grifo. No uses lentillas ni te frotes los ojos hasta que los síntomas desaparezcan.
  • Bebe abundante agua para evitar la deshidratación.

En el caso de que las ampollas sean grandes o que estén en la cara, las manos o los genitales, busca atención médica. Hazlo también en caso de que tengas dolor de cabeza, confusión, náuseas, fiebre, escalofríos, dolor en los ojos o cambios en la vista, o signos de infección.

Cómo prevenir las quemaduras solares

La recomendación es obvia, pero es necesario recordarla: para evitar las quemaduras solares, protección, protección y protección. No te fíes de consejos que escuches en redes sociales de personas sin formación (y de las que dicen tener formación... tampoco está de más desconfiar a veces). Estas son las únicas recomendaciones para prevenir las quemaduras:

  • Utiliza un protector solar. Los protectores solares son productos químicos que bloquean o filtran la luz solar. Algunos tienen sustancias químicas que absorben y filtran la luz solar, como la oxibenzona y la avobenzona. Otros tienen sustancias químicas que bloquean físicamente la luz, como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Ambos son seguros y protegen de los daños del sol, pero de forma diferente. Eso sí: ningún protector solar bloquea el 100% de la luz UV, pero ayudan a proteger la piel.
  • Utiliza un protector solar FPS 30 o superior, que sea de amplio espectro, es decir, que bloquee tanto los rayos UVA como los UVB y resistente al agua. Recuerda que hay que aplicarlo media hora antes de salir.
  • Usa ropa protectora. Algunas prendas tienen un factor de protección UV (UPF). Cuanto más cubra la ropa, más protegido estará tu cuerpo de los rayos nocivos del sol. Puedes utilizar también un sombrero de ala ancha. Pero ten cuidado, porque la ropa con protección solar puede dar una sensación de falsa seguridad.
  • Utiliza gafas de sol que filtren la luz ultravioleta. No todas las gafas oscuras protegen correctamente de los rayos del sol, así que asegúrate de que tienen un buen filtro.
  • Ponte a la sombra. Las zonas de sombra reciben menos radiación UV, pero recuerda que la arena, la nieve, el cemento y el agua reflejan los rayos por lo que debes ponerte protección solar incluso en la sombra. Si vas a la playa, lleva sombrilla o una tienda refugio.
  • Evita el sol en las horas centrales del día. Los rayos ultravioleta, que provocan las quemaduras solares, son más fuertes durante este tiempo.

Factores de riesgo para las quemaduras solares

Por diferentes motivos, algunas personas son más propensas que otras a sufrir quemaduras solares. Ten especial precaución en los siguientes casos:

  • Si tienes vitíligo.
  • Si tienes alopecia.
  • Si tienes albinismo.
  • Si tienes la piel muy clara, pero ojo porque aunque las personas de piel pálida tienden a tener un mayor riesgo de cáncer de piel, todo el mundo corre el riesgo de sufrir quemaduras solares.
  • Si existe algún factor genético que pueda aumentar el riesgo de cualquier persona de desarrollar cáncer de piel.
  • Si sufres de fotosensibilidad debida a lupus eritematoso sistémico, porfiria, etc.
  • Si estás recibiendo tratamiento con medicamentos fotosensibilizadores: revisa la medicación que tomas por si debes evitar la exposición al sol. Hay algunos muy comunes, como el omeprazol o el ibuprofeno, pero existen unos 63.

Además, es muy importante cuidar la piel de los niños, que tienen mayor riesgo de quemaduras. Los expertos recomiendan, por ejemplo, minimizar la exposición directa al sol antes de los 6 meses.

Del cáncer de piel a otros problemas derivados de tomar (mucho) sol

Una cierta exposición al sol es esencial para que el cuerpo absorba vitamina D, pero no se recomienda la exposición sin protección debido al riesgo de cáncer de piel, que es el más común de todos los cánceres. Cuando el cáncer es de un tipo distinto al melanoma, el 90% de estos casos se deben probablemente a la exposición solar a los rayos UV, MedicalNewsToday. Los médicos creen que la mayoría pueden evitarse previniendo el daño solar

El cáncer de piel se desarrolla como un proceso acumulativo. Cuantos más incidentes de quemaduras solares, mayor probabilidad. Es posible que una persona que solo se haya quemado una vez pueda desarrollar un cáncer de piel, pero una exposición elevada y persistente a la luz solar aumenta el riesgo. Sin embargo, no es el único problema derivado de una exposición excesiva a los rayos UV:

  • Envejecimiento y pérdida de elasticidad prematura de la piel
  • Cambios en la pigmentación
  • Adelgazamiento de la piel y arrugas
  • Lentigos solares (manchas marrones con bordes irregulares)

Así es como se quema la piel cuando se toma el sol

Esto es lo que puedes esperar que pase cuando la piel se quema debido a una exposición prologada a los rayos del sol, según NewMedicalsToday:

1. Aparición de la erupción entre 2 y 6 horas después de la exposición.

2. Los síntomas en la piel alcanzan su punto máximo entre 12 y 24 horas después de la exposición.

3. La piel se pela y se descama de cuatro a siete días después.

En España, se puede conocer la intensidad de la radiación UV en cada momento a través de la página web de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en la que se publican las previsiones diarias atendiendo a los siguientes criterios:

  • Exposición baja: inferior a 2.
  • Exposición moderada: entre 3 y 5.
  • Exposición alta: entre 6 y 7.
  • Exposición muy alta: entre 8 y 10.
  • Exposición extrema: de 10 a 1.
  • Exposición extremadamente alta: más de 11.

Pero las quemaduras no solo se producen por la luz del sol, sino que otras fuentes de luz UV, como las máquinas de bronceado, también las provocan si la exposición de la piel es excesiva.