Quedan ya pocas personas que estén de vacaciones, septiembre pasa y la vuelta al trabajo está ya más que asentada, para la gran mayoría de la sociedad. Una de las cosas más importantes que necesitamos a la vuelta para tener una buena salud mental laboral y bienestar en el trabajo -además por supuesto de una buenas condiciones y buen ambiente- es tener una autoestima positiva. Mejorar nuestra autoestima será clave para enfrentarnos mejor a nuestros retos y objetivos.
Así, tal como explica a laSexta.com Itziar Jiménez Sevilla, psicóloga general sanitaria del Instituto Claritas, la autoestima se define como lo que una persona siente por sí misma en relación con lo que piensa de sí misma. La autoestima es, además, el resultado de un largo proceso, marcado por un gran número de experiencias personales y sociales".
La autoestima es el resultado de un largo proceso, marcado por un gran número de experiencias personales y sociales
"Los éxitos y los fracasos, las valoraciones y los comentarios de las personas que forman parte de nuestro entorno, el ambiente en el que crecemos, los valores y modelos de la sociedad en la que vivimos van construyendo poco a poco nuestro autoconcepto (la imagen que tenemos de nosotros mismos) y nuestra autoestima (la valoración afectiva que hacemos de ésta). El autoconcepto y la autoestima que tengamos va a determinar la manera en la que enfrentamos nuestra actividad diaria, como podría ser en el trabajo o en los estudios", añade esta profesional.
De este modo, Jiménez Sevilla diferencia entre autoestima saludable y autoestima poco saludable. La primera es sin duda, asegura, "es el impulso necesario para perseguir nuestros objetivos a través de la propia aceptación personal, nos ayuda a formar expectativas constructivas acerca de las posibilidades que se nos plantean en el presente y en el futuro, lo que va a favorecer que nos enfrentemos de manera efectiva a los retos que nos depare la vida".
Cómo empezar a mejorar nuestra autoestima
Las personas con una autoestima saludable suelen en general, también en lo laboral, tomar iniciativas; afrontar nuevos retos; valorar bien sus éxitos o saber superar los fracasos o mostrar tolerancia a la frustración.
Por otro lado, enumera esta psicóloga, las personas que tienen una autoestima poco saludable tienen, en general, una escasa iniciativa y miedo a ejecutarlas al no verse capaz de hacerlo por sí mismo, miedo a los nuevos retos o desprecian sus aptitudes.
En primer lugar, para mejorar nuestra autoestima, debemos tomar conciencia de cómo es nuestro autoconcepto: "Qué imagen tenemos de nosotros mismos como profesionales o estudiantes y qué valoración afectiva hacemos de esta imagen".
Después, a partir de ahí, y en segundo lugar, es importante "valorar cómo esta autopercepción nos ayuda o nos entorpece a la hora de enfrentarnos a nuestra actividad diaria. Al reconocer aquellos aspectos que no nos predisponen a la acción o a enfrentar nuevos retos, cuestionar la veracidad de los mismos",
Es por ello, que trabajar la autoestima pasa por ser un ejercicio de deconstrucción -detalla la experta- en el que debemos revisar el origen y la veracidad de nuestro discurso interno para poder hacer los ajustes correspondientes, obteniendo una imagen más realista y constructiva sobre nosotros/as mismos/as.
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Las 10 claves para tener una autoestima saludable
- Demostrar amor incondicional hacia nosotros/as mismos.
- Reconocer nuestras capacidades en diferentes ámbitos (estudios, laboral, social...).
- Darnos mensajes positivos (además de tomar consciencia de nuestras capacidades y reconocerlas, tener la capacidad de decirselas). Incorporar esto en nuestro discurso interno, rompiendo con la dinámica de juicio y crítica constante que podemos hacer hacia nosotros mismos.
- Dedicarnos un tiempo especial, atendiendo a nuestras necesidades individuales (tiempo de formación, disfrute y descanso).
- Reconocer nuestro esfuerzo, interés y dedicación por las cosas que hacemos en el trabajo o en los estudios.
- Convertir las quejas y críticas que hacemos hacia nosotros mismos en sugerencias y peticiones.
- Escucharnos sin juzgarlos continuamente.
- Descubrir nuestra excelencia y apoyarnos en nuestros puntos fuertes.
- Exigirnos proporcionalmente a lo que sabemos y podemos hacer.
- Una autoestima sana implica una valoración objetiva y realista de nosotros mismos, aceptándonos tal como somos y desarrollando sentimientos positivos hacia nosotros mismos.
Por último, es importante insistir en que "la autoestima positiva no consiste en verse como una persona extraordinaria y maravillosa, con cualidades absolutamente excepcionales, a la que todo le va bien y a la que el éxito le acompaña permanentemente", asegura Jiménez. Lo que es verdaderamente importante, finaliza, "es tener una percepción y valoración objetivas y positivas de uno mismo y aceptarse como es y con todo lo que es, con sus aspectos positivos y negativos, con sus luces y sombras, con sus logros y sus limitaciones".