El dolor de cabeza es uno de los dolores más comunes y frecuentes en la sociedad: casi la mitad de la población española le duele la cabeza de vez en cuando, pero en ocasiones, ese dolor de cabeza es recurrente, lo que se convierte para muchos en una auténtica pesadilla, especialmente, la migraña crónica.

Sin embargo y tal como asegura la doctora Lucía Vidorreta Ballesteros, Coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Quirónsalud San José, "lo importante es saber que en la mayoría de los casos, con conocimiento adecuado sobre cada tipo de dolor, junto con un abordaje holístico e integral de cada caso y atención cercana, se puede conseguir vivir sin dolor de cabeza".

Dentro de todos los dolores de cabeza que existen, se encuentran, según expone la doctora:

  • La cefalea tensional
  • Las migrañas o jaquecas, que afectan al 15% de la población.
  • La neuralgia del trigémino
  • La neuralgia de Arnold o del nervio occipital
  • La hemicránea continua o paroxística
  • La cefalea en racimos 
  • La cefalea por ejercicio físico
  • La cefalea hípnica o nocturna
  • La cefalea postcoital
  • La cefalea postCOVID

Por otro lado, y como explicamos en Estos son los síntomas de las cefaleas más frecuentes y su tratamiento, tal como indica la Clasificación Internacional de Cefaleas, existen más de 200 tipos de dolor de cabeza que solemos dividirlos en dos grandes grupos.

  • Dolor de cabeza o cefalea primaria: son la gran mayoría de los dolores de cabeza.
  • Dolor de cabeza o cefalea secundaria: el dolor de cabeza es secundario a alguna enfermedad como la hipertensión, malformaciones vasculares, hemorragias intracraneales, traumatismos, tumores cerebrales, infecciones, etc.

De ahí, la necesidad de "tener una historia clínica y evaluación neurológica completas, y en ocasiones también un estudio vascular (ecografías doppler) y/o prueba de imagen (resonancia, tac craneal-cervical)", explica la doctora.

3 claves para evitar el dolor de cabeza

1. Estilo de vida

"Existen muchos mitos sobre los dolores de cabeza, pero está claro que el estilo de vida influye", sostiene la doctora Vidorreta. Sobre una predisposición dada a padecer dolores de cabeza, ciertos factores pueden actuar como desencadenantes o agravantes de las crisis de dolor. Tales como estrés, la ansiedad, el mal descanso nocturno, el tabaco o el alcohol, los desajustes hormonales, la obesidad o el abuso de analgésicos.

2. Dieta

En este sentido, cada vez existe más evidencia científica que rechaza dietas restrictivas de forma generalizada. De ahí que lo más recomendable para algunos pacientes en particular, puedan existir ciertos alimentos o compuestos que favorezcan la aparición del dolor. En así que "el calendario o registro de los días de dolor de cabeza ayuda a identificar situaciones excepcionales en las que alimentos consumidos 24 horas antes del ataque podrían haber actuado como detonantes. Solo en estos casos se podría intentar reducir o limitar su consumo", explica la doctora.

No obstante, y por líneas generales, añade la profesional, lo ideal y más aconsejable es "favorecer una dieta equilibrada y variada, rica en omega 3 y antioxidantes y evitar el exceso de azúcar y comida rápida y procesada", recomienda.

3. Descanso

En este sentido, explica la doctora que el estrecho vínculo entre el sueño y la cefalea (en particular la migraña, pero también la cefalea tensional) es un fenómeno complejo en el cual "los ataques de dolor pueden ser tanto desencadenados como aliviados por el sueño".

Existe un delicado equilibrio entre ambos aspectos: "Un sueño insuficiente puede originar dolor al día siguiente y cronificarlo en el tiempo, pero un sueño excesivo también". Tanto es así que "se especula que un ataque de migraña puede ser una respuesta extrema y anormalmente compensatoria de este sistema, intentando restablecer el equilibrio".

Sin embargo, "lo que está claro es que mantener un ciclo sueño-vigilia equilibrado podría reducir los ataques de dolor. Una adecuada higiene del sueño es fundamental, mantener horarios regulares evitando trasnochar, favorecer un entorno de descanso tranquilo y evitar estímulos (dispositivos electrónicos, fuentes de luz artificiales, bebidas energéticas, cafeína) antes de acostarse. Todo ello puede promover un sueño regular y reparador".

Así, tal como concluye la doctora Vidorreta, "un paciente conocedor de su tipo de dolor de cabeza y de todo aquello que influye positiva o negativamente en su día a día es un paciente empoderado que, con ayuda experta, tiene muchas posibilidades de cortarle las alas a su dolor".