La cefalea en racimos es un tipo concreto de dolor de cabeza que supone uno de los más invalidantes que existen, por la intensidad del dolor. En España, unas 50.000 personas padecen este tipo de cefalea. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), un 78% de los pacientes padecen restricciones importantes en su vida diaria.

Por ello, desde esta sociedad científica, con motivo de la celebración, hoy 21 de marzo, del Día Internacional de la cefalea de racimos, pretenden concienciar sobre esta enfermedad para llegar a diagnósticos más concretos, ya que el 57% de los pacientes con este dolor de cabeza reciben diagnósticos erróneos.

Así y según explica el Dr. Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, la cefalea en racimos, si bien no es el tipo de dolor de cabeza más común, es el más habitual dentro del grupo de las llamadas cefaleas trigémino-autonómicas. Se caracteriza por la aparición de dolor en solo un lado de la cabeza y generalmente va acompañado de otros síntomas oculares o nasales como lagrimeo, enrojecimiento, congestión y/o secreción nasal".

Por otro lado, añade el experto, "la cefalea en racimos suele tener una duración relativamente breve, pero el dolor se experimenta de forma tan intensa, que son muchos los pacientes los que lo describen como un dolor atroz o insoportable. Además, los pacientes muestran una gran inquietud motora porque toleran mal el estar en posición de descanso".

La cefalea de racimos caracteriza por la aparición de dolor en solo un lado de la cabeza y generalmente va acompañado de otros síntomas oculares o nasales como lagrimeo, enrojecimiento, congestión y/o secreción nasal

Dr. Pablo Irimia, neurólogo de la Sociedad Española de Neurología (SEN)

Otra de las señales o características más distinguidas de la cefalea de racimos, es que "se suele presentar casi siempre a la misma hora, con un predominio vespertino y/o nocturno en el 73% de los casos, y con frecuencia las crisis ocurren en determinadas épocas del año, sobre todo con los cambios de estación al inicio de la primavera o al final del otoño", añade el experto.

Además debemos destacar que la gran mayoría de los pacientes experimentan la cefalea de racimos de forma episódica (es decir, se combinan periodos bastante amplios de remisión, junto con períodos sintomáticos), pero en hasta un 20% de los pacientes se puede cronificar. Y en estos casos, los periodos de remisión prácticamente desaparecen. Se desconoce cuál es el origen de este tipo de dolor de cabeza, aunque, según señalan desde la SEN, "parece que se han identificado ciertas alteraciones en una estructura cerebral denominada hipotálamo.

Cefaela en racimos: un dolor de cabeza infradiagnosticado

Unas 50.000 personas en España padecen cefalea de racimos. Aunque se dan casos en la infancia, adolescencia y en personas mayores, se trata de una enfermedad que afecta especialmente a adultos jóvenes de alrededor de 30 años. Y sobre todo afecta a varones, en una ratio de 4:1, tal como informan desde la SEN.

Sin embargo, se estima que la cefalea en racimos sea posiblemente unos de los tipos de dolor de cabeza más infradiagnosticados de España. En primer lugar, indica el doctor Irimia, porque si no se llega a cronificar, los periodos de remisión pueden ser tan amplios que son pocos los pacientes que, sobre todo en los primeros años de su enfermedad, no llegan a consultar con un especialista.

Unas 50.000 personas en España padecen cefalea de racimos y aunque se dan casos en la infancia, adolescencia y en personas mayores, se trata de una enfermedad que afecta especialmente a adultos jóvenes de alrededor de 30 años. Y sobre todo afecta a varones

Sociedad Española de Neurología

Y en segundo lugar, `"porque es un tipo de dolor de cabeza en el que, a pesar de tener unas características tan específicas, como no es una enfermedad muy habitual, más del 57% de los pacientes reciben diagnósticos previos erróneos", añade el experto. Así, en la actualmente, en España, se diagnostican unos 1.000 nuevos casos de esta enfermedad. Pero aun así, existe un retraso diagnostico que, en muchos pacientes, puede ser superior a los 3 años.

"La principal consecuencia de no tener un diagnóstico es que, al no poder acceder al control y al tratamiento adecuados para esta enfermedad, las crisis de dolor de cabeza cada vez serán más habituales y se tenderá a la cronificación. Y cuando los pacientes tienen ya una cefalea en racimos crónica, su enfermedad no solo será mucho más discapacitante, sino que además experimentarán una menor respuesta a los fármacos. Porque calculamos, además, que un 10% de las formas crónicas son refractarias a los fármacos", explica el neurólogo.

Por lo que, según la SEN, se estima que más de un 50% de los pacientes no está recibiendo el tratamiento preventivo adecuado y que además más de un 30% de los pacientes no tienen acceso a los tratamientos sintomáticos adecuados, sobre todo a la terapia con oxígeno, que es una de las principales terapias de elección.

"El tratamiento habitual de los pacientes se hace con fármacos, pero los casos resistentes pueden beneficiarse de tratamiento quirúrgico. Es por tanto necesario recalcar no solo la relevancia que tiene para la población concienciarse sobre la importancia que tiene consultar el dolor de cabeza, sino hacer un llamamiento a todos los profesionales médicos para mejorar su identificación clínica, para evitar que esta enfermedad se cronifique", concluye el doctor Irimia.