Tendrán que esperar más de una hora pero nadie se va a comprar el pan a otro establecimiento. Ni siquiera al supermercado de al lado, el primero que bajó el precio del pan. El panadero se preocupa de que ningún cliente se mueva de la cola. Cada céntimo cuenta para el negocio.

Hace apenas cinco meses, el hombre que ha revolucionado el mercado del pan vendía en su establecimiento sólo 200 barras al día a 70 céntimos cada una. El éxito del pan a 20 céntimos ha cambiado su vida. Miles de personas vienen aquí a comprar atraídas por la oferta del pan barato.

Para Juan Carlos Martínez Lázaro, el de la panadería "era un sector que estaba más motivado por la cercanía del punto de venta, por la oferta que había y no tanto por el precio, y esto nos está enseñando que el precio también es importante, en una cosa que tiene poco valor monetario en sí, como puede ser 20 céntimos”.

No son conscientes, pero los clientes son protagonistas de una guerra comercial que ha puesto en alerta a todo el sector panadero. Todas las panaderías han bajado a la mitad sus ingresos.

“Durante mucho tiempo el precio del pan en España estuvo regulado y era un precio que fijaba el gobierno, luego el precio del pan se liberalizó. Estamos viendo cómo un operador a nivel local ha roto absolutamente con las reglas que había de fijación de precios y está vendiendo a unos márgenes que él reconoce muy pequeños”, afirma Martínez Lázaro.

No puedo bajar el pan a 20 céntimos. ¿Qué harina compro para hacer pan a 20 céntimos?”, reconoce un panadero, “si tienes que pagar alquileres, tienes que pagar  la seguridad social, tienes que pagarte la luz... A ver qué te queda”.