Sánchez mantendrá un almuerzo de trabajo con el presidente francés, Emmanuel Macron, en el Elíseo y después ambos comparecerán en rueda de prensa.

Será el primero de una serie de contactos previos al Consejo Europeo de los días 28 y 29, donde los líderes deberían buscar un acuerdo después de meses de enfrentamiento por la gestión de las fronteras y la reforma del reglamento de asilo.

Sánchez tiene prevista una visita a Berlín, el 26 de junio, pero antes de eso pasará el domingo 24 por Bruselas, donde el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha convocado una cumbre informal para tratar de acercar posiciones antes del Consejo Europeo.

De hecho, la canciller alemana, Angela Merkel, ha tratado de rebajar las expectativas sobre esta cumbre, recalcando que no habrá conclusiones, solo una reunión de trabajo. A ella estaban convocados originalmente los líderes de Francia, Alemania, España, Italia, Grecia, Bulgaria, Austria y Malta, y también se han sumado Bélgica, Países Bajos, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.

La portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, ha defendido que el "catalizador" de esa reunión fue la decisión de Pedro Sánchez de acoger en España el buque Aquarius, con 630 migrantes a bordo, después de que tanto Italia como Malta le cerrasen sus puertos.

El Ejecutivo de Sánchez considera que esa decisión ha sido un aldabonazo que obligará a los países miembros a abordar seriamente el tema de la política migratoria y no dejarlo pasar como un tema más de la agenda.