SALAMANCA

Del suelo al Cielo de Salamanca pasando por su catedral y el palacio de Monterrey

Salamanca es una ciudad bella e histórica pero ¿sabes lo que no puedes dejar de visitar en ella?

Salamanca

SalamancaImagen de Áine Díaz

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Ciudad de estudiantes por excelencia, famosa entre otras razones por la historia de su universidad que es, además, una de las más antiguas del mundo (en ella mandó Unamuno después de que por sus aulas pasara hasta el mismísimo Hernán Cortés o diera clase Fray Luis de León y tiene su propio Cielo, un cielo con una historia muy particular ligada a la que fuera su primera Biblioteca); popular también por su Catedral que son en realidad dos, la nueva y la vieja, porque aquí tienen casa (palacio, sería más exacto decir…) los Alba y jardín Calisto y Melibea; eso además del espectacular museo de coches de la ciudad…

Casa de las Conchas
Casa de las Conchas | Imagen de Áine Díaz

Salamanca es una ciudad que se visita en un par de días pero se disfruta en tres o cuatro ¡un consejo! Si tienes disponibilidad no descartes llegar un domingo en lugar de cualquier otro día de la semana porque ese día, así como el lunes e incluso el martes o el miércoles, muchas de las entradas a los edificios históricos son gratuitas. Sabido esto… ¿qué es lo que no puedes dejar de visitar en Salamanca?

Patio del Palacio de Anaya
Patio del Palacio de Anaya | Imagen de Áine Díaz

Nuestro primer consejo (que es en realidad el segundo si atiendes a lo que te hemos comentado acerca de la posibilidad de gozar de visitas gratuitas) es que pasees, que pasees mucho y abras bien los ojos; ubícate en la ciudad, en sus calles históricas y vivas, en sus plazas (su Plaza Mayor es espectacular, por no hablar de su Puente Romano y su verraco que es, además, el monumento más antiguo de la ciudad), en sus jardines (en particular en el Huerto de Calisto y Melibea, claro, ubicado donde estaba el jardín de la casa de Melibea), maravíllate ante la fachada principal de la Catedral, busca la rana en la de la Universidad, lee las inscripciones que salpican las fachadas por aquí o por allá y deja los funcionales y populares fast food para otra ciudad, degusta a placer un rico bocata de jamón (estás en tierra de excelentes embutidos y eso se nota en la ciudad).

Casa Lis (Café)
Casa Lis (Café) | Imagen de Áine Díaz

Y, una vez hecho esto, visita la Catedral (la nueva y la vieja, y no se te ocurra dejar de subir a sus torres), la Universidad (su Cielo que está hoy en las Escuelas Menores y que era parte de la bóveda de la antigua Biblioteca de las Escuelas Mayores, su Biblioteca antigua que recuerda a la de El Escorial… y la facultad de filología, que ocupa el Palacio de Anaya), la casa Lis (te encantará tomarte un refrigerio en su café que es además el único lugar del museo en el que podrás hacer fotos ¿lo que más te inquietará? La colección de muñecas…), la Casa de las Conchas, las Torres de la Clerecía, el Palacio de Monterrey (que pertenece a la Casa De Alba y en el que, además de alojarse diferentes personajes tan ilustres como aristocráticos a lo largo de su historia, hizo noche Juan Carlos I), el Convento de San Esteban y, si los coches y su historia te resultan atractivos, el Museo de Historia de la Automoción de la ciudad.

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