Un fin de semana en Hamburgo da para mucho

Esta ciudad portuaria con canales, lagos y parques, cada vez se cuela en más listas de escapadas y viajes para hacer en un fin de semana. Y no es de extrañar pues Hamburgo cuenta con 40 teatros, 60 museos y más de 100 lugares donde podremos disfrutar de la música en diferentes formatos.

El día de llegada lo ideal es descargar el equipaje en nuestro alojamiento, tomar un café en la cafetería más mona que veamos y dar una vuelta por la ciudad. Podemos ir a la plaza Rathausplatz, donde se encuentra el Ayuntamiento de Hamburgo, edificio del siglo XIX que cuenta con una imponente arquitectura. Luego podemos acercarnos a la zona del puerto y pasear por las cercanías, y por la zona de los canales.

Seguramente que nos apetezca cenar algo, y para el menú no hay opción mejor que decantarse por la gastronomía local. Uno de los platos más otoñales, porque se sirve principalmente en esta estación es el Birnen, Bohnen und Speck, un plato sencillo y alejado de lujos, pero muy completo. Sus ingredientes principales son peras, judías y panceta. Es ciertamente calórico, pero no se puede esperar otra cosa, pues estamos en una zona bastante fría de Europa central.

El segundo día puede empezar con un buen desayuno y un pequeño paseo hasta La Galería de Arte y la Galería de Arte Contemporáneo (Kunsthalle de Hamburgo) situada en las cercanías de la estación central. El museo alberga una importante colección de pintura del siglo XIX con obras de Max Liebermann, Lovis Corinth, Philipp Otto Runge, Caspar David Friedrich, Adolf Menzel y Jean-Léon Gérôme. No obstante, también cuenta con obras de otros autores europeos como Giambattista Pittoni, Giambattista Tiepolo, Sisley, o Cézanne. Y un entre sus fondos también encontraremos nombres españoles como Murillo, Alonso Cano, Valdés Leal o Goya.

Todos sabemos que pasar la mañana en un museo es una delicia, pero también agotador. Si tenemos la suerte de que ese día el sol nos acompaña, podremos despejar la mente en alguno de los parques de esta ciudad como Planten un Blomen. Este parque cuenta con un lago y aloja al jardín botánico de la ciudad.

Para aprovechar el buen tiempo, no hay nada mejor que sentarse en alguna de las terrazas de la ciudad, pedirse una buena cerveza alemana y acompañarlo con salchichas y chucrut. Pero si el frío nos obliga a buscar cobijo en cafés y restaurantes, en Hamburgo hay gran variedad de ellos, y en los que podremos encontrar opciones para todos los gustos y condiciones.

Como los días cada vez son más cortos, la noche se nos echará encima casi sin darnos cuenta, pero eso no debe quitarnos las ganas de seguir paseando por esta magnífica ciudad, y por ejemplo visitar el Monumento a Bismark, o alguna de las iglesias de Hamburgo.

Para aquellos a los que les haya sabido a poco el día, siempre pueden alargar la jornada en Reeperbahn, una calle en el barrio de Sankt Pauli, en la que se concentra gran parte del ocio nocturno de la ciudad. También podemos ir a ver alguna obra de teatro en uno de los muchos teatros de la ciudad.

Y el domingo, antes de irnos al aeropuerto, debemos visitar el emblemático auditorio de la Filarmónica del Elba.