10 cosas que puedes hacer gratis en París

“Siempre nos quedará París”. La ciudad de la luz, del amor, de la moda, del arte, de la gastronomía, de la cultura… Una ciudad que hemos visto en numerosas ocasiones en las pantallas de cine y de la que se nos han contado tantas maravillas que ha logrado enamorarnos incluso antes de que hayamos tenido la oportunidad de visitarla. Un destino que siempre aparece en todas las listas de imprescindibles y que no pierde la magia de todo aquello que han presenciado sus calles a lo largo de los siglos.

Pese a nuestra cercanía, son muchos los que descartan un viaje a la capital de Francia por considerar que se necesita un presupuesto demasiado elevado para realizarlo. Sin embargo, París, como todas las grandes ciudades, también ofrece sus versiones low cost e incluso gratuitas, permitiéndonos a todos disfrutarla al máximo sin que nuestro bolsillo sufra grandes daños.

Además de pasear por sus calles, contemplar la Torre Eiffel y perderse por sus parques y jardines, existen otras actividades que puedes realizar en París sin gastar ni un solo euro. Aquí tienes las 6 cosas que puedes hacer gratuitamente en la ciudad del Louvre:

Visitas guiadas

Conocidos por todos, existen numerosos tours turísticos que te permiten contemplar todos los principales monumentos de París y, además, descubrir su historia y las anécdotas de las que sólo han oído hablar quienes viven allí. Estas visitas guiadas normalmente no tienen más coste que el de la voluntad, pero además en el caso de París existe un tour que es totalmente gratuito. Está organizado por la asociación ‘Parisien d’un jour' y el único requisito que se pone a los visitantes es que reserven su plaza unas dos semanas antes.

Maison de Victor Hugo

Perfecto para los amantes de la literatura. La casa en la que vivió y murió Victor Hugo nos hace viajar a través de toda la carrera del escritor y nos muestra además algunos de sus objetos más personales, conservados en perfecto estado, como es el caso de la cama en la que falleció. La entrada es totalmente gratuita y la casa-museo está abierta prácticamente todo el año.

Basílica de Saint-Denis

Como bien sabrás, en la mayor parte de las grandes ciudades es imposible acceder a las iglesias más emblemáticas sin pagar una entrada. Sin embargo, existen una serie de trucos que te permiten disfrutar de ellas sin gastar absolutamente nada. Es el caso de la basílica de Saint-Denis, a la que podrás acceder gratuitamente si acudes el primer domingo de mes entre enero y mayo y también en noviembre y diciembre. Además, una serie de colectivos como los jóvenes europeos hasta los 25 años, los parados o los periodistas también podrán hacerlo en cualquier fecha del año.

Museos

Al igual que ocurre con las iglesias, los principales museos suelen requerir un pago para poder visitar sus obras de arte y sus exposiciones. Sin embargo, en el caso de París, también existe un truco para acceder a ellos de manera gratuita. Muchos de ellos, como el Musée d’Orsay, abren sus puertas los primeros domingos de mes. ¡Aprovecha y haz coincidir tu visita con estos días!

Unas vistas de infarto

A veces las mayores maravillas de una ciudad están justo enfrente de ti. Es el caso de París. Si vas a ver el Sagrado Corazón, tómate tu tiempo y disfruta de las vistas de la ciudad que te ofrece su mirador. Sin ningún tipo de coste, tendrás la oportunidad de contemplar la belleza de la metrópoli y, además, de reflexionar rodeado por una paz especial.

Un paseo de muerte

Por último, y sólo apto para los más valientes, podrás visitar las tumbas de personalidades realmente conocidas en todo el planeta y dar un paseo único en el cementerio de Père-Lachaise. Todos los campos santos de París son especiales y bellos como pocos, pero este es el que más fama ha ganado a lo largo de los años. Una parada obligatoria si realmente quieres conocer la ciudad a fondo.

Además de todo esto, en las calles de París podrás disfrutar de música y arte en directo, empapándote de una magia que ha cautivado a las mentes más privilegiadas de todos los tiempos. Recorriéndola comprenderás por qué sólo existen buenas palabras acerca de ella. Es maravillosa.

“Ese fue el momento en el que comencé a amar París y en el que París también me amaba a mi”.