El asiento de Primera Clase se convierte en un apartamento privado

Si para el común de los normales la Primera Clase es un sueño casi inaccesible, saber que, además, hay tipos y diferencias entre ellas, dependiendo de qué aerolínea y de qué tipo de avión tomemos, es como para gritar. Sin embargo, son lujos que están ahí, alejados de los bolsillos de la gran mayoría, pero que permiten a algunos privilegiados unos vuelos en los que estrechez, incomodidad o hambre son términos desconocidos.

De todas las cabinas de Primera que vuelan ahora mismo por el planeta, hay una que va un paso más allá. Se trata de la que acaba de ser nombrada como la mejor del mundo en los últimos Airline Excellence Awards: la de la aerolínea Etihad Airways. Con base en Abu Dhabi, esta firma ha configurado sus Airbus 380, los más grandes del mundo, para que, en vez de un asiento compartamentado, el de Primera Clase sea, directamente, todo un apartamento en el aire.

La cabina de clase First en el A380 Etihad Airways cuenta con nueve Apartamentos First, espacios únicos con 3,6 metros cuadrados de superficie y un 74 % más grandes que los de la clase Business, la siguiente en categoría. Todos los apartamentos o suites están equipados con un mobiliario de cuero de la firma Poltrona Frau, entre los que consta un amplio sillón y una otomana que se convierte durante los vuelos de larga duración en una cama de 205 centímetros de largo. También dispone de un cuarto de baño con ducha para uso exclusivo, lo que permite descender del vuelo como si hubiéramos salido del hotel.

Además, no es un viaje que se haga solo, ya que se puede invitar a comer a un acompañante al espacioso Apartamento First. Y si se viaja en pareja, se podrá bajar el separador de apartamentos para unir sus 'habitaciones'.

Los First vienen equipados con un televisor plano ajustable de 24 pulgadas que se puede ver desde el sillón o mientras nos relajamos en la cama. Además, cuentan con un tocador con luz y espacio suficiente para los efectos personales, una nevera y un armario. Por supuesto, la restauración es de cinco estrellas. Un chef a bordo toma los pedidos del menú a la carta, y preparará los platos con ingredientes frescos de su cocina. No faltará tampoco una bodega cuidada con vinos de los viñedos más exclusivos del mundo.

Sin duda, toda una experiencia que convierte el avión en una urbanización residencial de lujo, cuando no en un palacio si se opta por la opción The Residence, que son tres apartamentos conjuntos...

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Etihad Airways