SORIA
La Sábana Santa de Soria: esta es la curiosa historia que esconde
Es el momento más que perfecto para que descubras la historia que se esconde tras la Sábana Santa de Soria. ¡No te dejará indiferente!
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La historia de la Sábana Santa de Soria es, sin lugar a dudas, una de las más curiosas que podemos encontrar en esta provincia. Para conocerla en profundidad tenemos que viajar hasta mayor del año 1655. En aquel momento, un religioso de Turín recogió la pintura plasmada en un lienzo que se llegó a realizar a imagen y semejanza de la Sábana Santa.
Siguiendo al pie de la letra el ritual establecido, no tardó en ponerla en contacto con el Sudario original. Un par de Carmelitas confirmaron haber visto este gesto que, poco después, documentó Julius Chesare Bergara como arzobispo de Turín. Desde ese mismo instante, ese paño se convirtió en nada más y nada menos que una reliquia.
Tan solo unos años, concretamente en 1664, esa curiosa réplica terminó siendo custodiada en la parroquia de Nuestra Señora de los Valles de La Cuesta, en la provincia de Soria. Esta aldea, situada en Tierras Altas, se desplomó a principios de la década de los 70. Antes de marcharse de ese lugar, parece que los habitantes se llevaron consigo ese preciado paño.
Y, de esta manera, lo entregaron a la preciosa parroquia de San Pedro Manrique. En este lugar permaneció hasta finales de los años 80. Poco después, al parecer, se trasladó en una caja a un destino muy concreto: Archivo Diocesano del Burgo de Osma. Una caja que nunca llegó a su destino.
De ahí que esta Sábana Santa de Soria, en la actualidad, esté en paradero desconocido. Daniel Duque, reconocido historiador, trató por todos los medios de dar con este Sudario soriano en el año 2002. Por ese mismo motivo no dudó en trasladarse al Archivo Diocesano, desde donde le hicieron saber que no tenían constancia de ella.
Cabe destacar que esta curiosa Sábana Santa no es la única que está en paradero desconocido. Algunas de ellas, a lo largo de los años, se han ido redescubriendo. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como sábana de Navarrete, que fue descubierta por un encargado de la parroquia en un cajón. Mientras en La Cuesta hace décadas que el tiempo se detuvo, el Obispado sigue trabajando para localizar este histórico, sorprendente y curioso lienzo.
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