Dani Mateo se pregunta si en España "nos gusta llevar los calzoncillos tan usados que se les cae la gomilla" y, para averiguarlo, en Zapeando han salido a la calle para saber si la gente los tira o si, por el contrario, los conserva.

Un hombre confiesa que tiene varios gastados y, a pesar de que su esposa le anima a deshacerse de ellos, confiesa que le da pena hacerlo: "Terminas cogiéndole cariño". Una señora cuenta que ha tirado muchos calzoncillos rotos de su marido sin consultarle: "Esas cosas las cojo, las tiro y punto".

Otro señor reconoce que tiene solo cuatro o cinco porque, normalmente, no suele llevar, aunque en ese momento sí "por respeto" a su madre. Sobre si han llegado a dar una segunda vida a esta prenda como trapo para limpiar, una mujer es tajante: "No, porque eso lo hacía mi padre con las bragas de mi madre y me daba una vergüenza horrorosa".