Valeria es una mujer ucraniana que vivía en Irpín, a solo diez minutos de Bucha, la ciudad tristemente conocida por la matanza perpetrada por el ejército ruso. Cuenta que "la vida que teníamos era perfecta" hasta que "de repente te despiertas a las cuatro de la mañana escuchando bombardeos". Ante esta situación explica que "nos tuvimos que ir corriendo a casa de una vecina porque nosotros no teníamos dónde escondernos y ella tenía un búnker".

Aguantaron allí tres días, hasta que intentaron huir: "Cuando disparaban los helicópteros encima de nuestras casas, cuando explotaron las ventanas, viendo a la gente muerta y oyendo los disparos, fue lo más duro para nosotros", recuerda.

Decidió contactar con la familia que le había acogido en España durante diez veranos como niña refugiada de Chernóbil. Luego emprendió una peligrosísima huida con su familia que relata en el vídeo sobre estas líneas.