Durante la Guerra Fría, Estados Unidos no entró en guerra directamente con la URSS en Afganistán, prefirió armar a grupos fundamentalistas islámicos, los muyahidines. En esos grupos armados por EEUU estaban los talibanes. Y Osama Bin Laden. El terrorista era entonces presentado por la prensa inglesa como un guerrero antisoviético que ponía las armas para conseguir la paz.
"Fue un grupo financiado por la CIA bajo el proyecto 'CICLÓN', todo aquello fue secreto, una operación clandestina, explica Sandro Pozzi, excorresponsal en EEUU.
Los muyahidines vencieron y tras diez años de guerra en Afganistán, la Unión Soviética abandonó el país en 1989. Habían perdido miles de soldados y matado a más de un millón de civiles.
"Huyen para salvarse a sí mismos, los rusos se fueron como ahora se han marchado los norteamericanos", cuenta Jorge Melgarejo, excorresponsal en Afganistán. Los soviéticos se marcharon, pero sus armas no. Con ellas Afganistán se sumió en una guerra civil feroz que ganaron los talibanes. "Los muyahidines luchan entre ellos y la facción de los talibán se terminan haciendo con el poder", indica Fernando Alarcón, director de El orden Mundial.