La periodista Mónica Bernabé ha vivido en Afganistán ocho años y ha sido testigo de la crueldad a la que es sometida la mujer afgana. Allí es tradición que los hombres paguen una dote por la mujer con la que se quieren casar, un importe que, a veces, llega a los 3.000 euros y eso explica que muchas familias casen a sus hijas cuando son niñas para conseguir el dinero.
"Me he encontrado con muchos casos de chicas que conocen a sus maridos el día de la boda, antes ni siquiera han visto una fotografía de él. Lógicamente, se espera que la mujer mantenga relaciones sexuales la noche de bodas, porque se quiere comprobar que es virgen, así que la mayoría de mujeres afganas son violadas en el momento en el que se casan, porque mantener relaciones sexuales en contra de tu voluntad y con un desconocido, casi, es una violación en occidente", denuncia Bernabé.
En Afganistán, durante 20 años, donde no mandaban los talibanes también regían las misóginas costumbres de ancianos señores de la guerra transformados en demócratas. Cuando Mónica le preguntó a uno de ellos por sus supuestos crímenes de guerra cometidos en los 90, primero le quitó el micrófono y luego respondió con mofa.
"Como si hubieran colocado a Hitler en el Gobierno alemán tras la II Guerra Mundial"
"EEUU, para llevar a cabo su intervención en Afganistán, bombardeó el país, pero delegó la invasión terrestre en facciones islamistas radicales que se denominan muyahidines, que fueron quienes se encargaron, de facto, de hacer caer el régimen talibán. Tras la caída del régimen talibán, esas facciones pidieron a EEUU una recompensa por haberles ayudado y exigieron formar parte del Gobierno afgano. Son facciones que habían arrasado el país a principios de los 90 y que la población conocía perfectamente, como si hubieran colocado a Hitler en el Gobierno en Alemania tras la II Guerra Mundial", lamenta Bernabé.
"El error principal de EEUU es que no había una estrategia clara, no había unos parámetros a la hora de determinar cómo avanzar. Eso ha provocado que ahora haya habido un colapso total", indica Sandro Pozzi, excorresponsal en EEUU.