"Los médicos decían que yo estaba bien y que sólo quería llamar la atención. Todo el mundo me tachaba de loca", así explica Cristina Sánchez su calvario por el Essure. Su problema estaba en unos muelles, le implantaron el Essure en 2010 y le provocó, según explica, "fuertes dolores pélvicos y vaginales".
La pesadilla de Marta comenzó hace 10 años cuando por no aguantar intensos dolores acudió a una clínica privada para ponerse una prótesis de cadera. Ahora sufre incapacidad debido al implante. Desde 2008 ha pasado por tres operaciones con dos injertos de huesos y fue en la última donde ella escuchó que sus huesos desaparecían.
Alexia, afectada por "el Rolls-Royce de las prótesis": "El motivo de mi intoxicación fue llevarla"
Una de las afectadas por "el Rolls-Royce de las prótesis" es Alexia, una mujer a la que le implantaron una prótesis defectuosa que desprendía partículas de cromo y cobalto cuando le dijeron que era un símbolo de la potencia y el lujo. La prótesis le fue implantada en 2009, al mismo tiempo que la prohibían en Australia: fallaba en demasiados pacientes.
El calvario de César empezó al implantarle en la cadera "el Rolls-Royce de las prótesis". Se la colocaron en 2014 y pronto llegó el dolor. Después los síntomas fueron más preocupantes: le costaban respirar, su corazón no estaba bien. Al final su trasplante de cadera acabó en trasplante de corazón debido a una intoxicación producida por la prótesis defectuosa.
El escándalo de los implantes tiene su origen en otro escándalo mundial, el de la Talidomida. En los años 50, los médicos recetaban estas pastillas a embarazadas con molestias, algo por lo que miles de mujeres perdieron a sus bebés. Las autoridades sanitarias reaccionaron endureciendo muchísimo los controles, pero solo para los medicamentos, no para los implantes.