Angustia con final feliz

Erika y Maite, atrapadas en un ascensor con sus hijos durante el apagón: "Te haces fuerte porque estás con los niños"

laSexta Columna habla con Maite García y Erika Cabo, que durante horas estuvieron atrapadas en un ascensor con cinco niños y otros dos adultos en pleno apagón. En este vídeo explican cómo fue el complejo rescate de los bomberos.

laSexta Columna habla con Maite García y Erika Cabo, que durante horas estuvieron atrapadas en un ascensor con cinco niños y otros dos adultos en pleno apagón. En este vídeo explican cómo fue el complejo rescate de los bomberos.

Maite García y Erika Cabo pasaron un mal rato el 28 de abril. Encerradas con cinco niños, entre ellos sus hijos, y otros dos adultos en un ascensor de Eibar, mientras sus angustiados familiares esperaban en la calle.

Cuando se detuvieron, Maite recuerda que lo primero que hizo fue darle al botón de emergencia, que no funcionaba. Luego intentó llamar a la Policía Municipal, pero no daba señal. Admite que, aunque no tiene claustrofobia, "siento mucho miedo al no controlar las situaciones".

Erika, embarazada de ocho meses, le ayudó a tranquilizarse. Ella tenía la sensación de que estaba controlado: "Vi que las puertas estaban abiertas y entraba aire. Mi hijo estaba justo comiendo un bocata y tenía agua. Estaba tranquila", afirma.

Sin embargo los minutos pasan y las familias angustiadas ya esperan abajo. "Yo pensaba que se podía desplomar el ascensor", comenta Conchi Gómez, madre de Maite.

Dos horas después, en el ascensor hace calor y los niños empiezan a pasarlo mal. "Había un botellín de agua para los niños y con un pañal del niño de Erika su hijo y el mío pudieron mear", explica Maite.

Los bomberos terminan llegando, pero es precisamente durante el rescate cuando pasan más miedo. Según imágenes del 'Diario Vasco' que se pueden ver en el vídeo sobre estas líneas, los bomberos intentaron llegar a la gente atrapada en el ascensor sosteniendo a un compañero, pero el rescate se complicó. 

Mientras tanto, en el interior del ascensor la prioridad es tranquilizar a los niños. Mayte y Erika recuerdan que los bomberos intentaron varios planes, desde subir toda la cabina hacia arriba hasta utilizar una batería, que no funcionaron. Finalmente, recuerda que "con un generador fuimos subiendo poco a poco".

Tras horas de esfuerzo, Conchi recuerda que el reencuentro con su hija y su nieto fue "emocionante". Mayte, por su parte, asegura que se desplomó después de salir del apuro en el que "te has hecho fuerte porque estás con los niños". "Las necesidades que nos ha tenido te vienen entonces. El hambre, las ganas de ir al baño...", apunta Erika, que admite que "ese mismo día no cogí el ascensor de mi casa cuando volvió la luz. Pero al día siguiente sin ningún problema".