En los 60, emigrar a Alemania era muy molón, o al menos eso contaba el NODO, que enseñaba sonrientes a los españoles que buscaban una vida mejor fuera de nuestras fronteras maravillándose con una actuación exclusiva de Marisol. Durante décadas, las costuras de aquella España en blanco y negro se curaban con historias de superación de cantantes hechos a sí mismos, como Lola Flores, Julio Iglesias o toreros paracaidistas como 'El Pinturero'.
La periodista Ángeles Caballero creció con esas historias del corazón en una familia humilde de Getafe donde las revistas guiaban lo deseable: "Cosas como 'os tenéis que casar lo recomiendo al cien por cien'", recuerda ojeando una de aquellas publicaciones que marcaron las aspiraciones de generaciones obreras como las de sus padres. "Antes de que yo naciera mi madre compraba la revista Hola, yo creo que porque era una manera de ver a toda esa gente a la que en el fondo ella aspiraba a ser", explica Ángeles en el vídeo sobre estas líneas.
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El glamour de la pompa aristocrática, de las clases inalcanzables y de los personajes más cercanos, que formaban parte de su vida y la dictadura vendía como símbolo de un éxito social que, por qué no, cualquier obrero podía alcanzar. A los padres de Ángeles determinados personajes del final del franquismo les sirvieron para sobrellevar mejor su día a día, mientras que en su caso, apunta, "es un tipo de educación sentimental a base de todos los que han salido a lo largo de los años".
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"Un soldado me dijo: '¿Por casualidad, señora, no tendrá un cigarrillo?' Le dije: 'Tengo aquí un clavelito', y lo saqué. Y lo puso en el cañón de su pistola, y yo repartí todos los claveles que tenía", recuerda Celeste en este vídeo de laSexta Columna.