Irán tiene hoy claro que Estados Unidos e Israel son sus enemigos y también una cierta afición por enseñar cómo de grandes tiene los misiles. Estados Unidos calcula que el país islámico tiene unos 3.000 misiles balísticos y uno de los mayores arsenales de drones de Oriente Medio. 

Sin embargo, en su ataque a Israel no ha usado el más potente: 'Fattah', un misil hipersónico que podría haber burlado las defensas antiaéreas israelíes. "Si Irán hubiera querido atacar de verdad a Israel con intención de dañar podría haber lanzado más misiles, habría saturado las defensas antiaéreas israelíes y causado más daños", afirma en el vídeo sobre estas líneas Blas Moreno, codirector de 'El Orden Mundial'.

Sonia Sánchez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, señala que esto se debe a que "Irán no quiere una confrontación regional que pudiera implicar también a Estados Unidos. Eso traería consecuencias imprevistas también para la propia continuidad del régimen".

Ángeles Espinosa apunta que "la población iraní está muy dividida" tras el ataque de Irán a Israel: "Los que apoyan al régimen han salido con banderas, las de Israel las han quemado entusiasmados, y una gran parte que no comparte ese sentimiento bélico ha acudido a las gasolineras para llenar los depósitos y a las casas de cambio a buscar divisas ante la posible caída de valor de su moneda local".