Fugados en 1994

Los soldados fugados recuerdan cómo fue su 'prueba de la boina': "Nos vendaron los ojos, nos ataron las manos y nos tiraron por las escaleras"

Cinco de los 18 protagonistas de 'la gran fuga' de la mili en España recuerdan en Salvados cómo fue su servicio militar en 1994 y por qué decidieron decir 'basta' a la situación de malos tratos constantes a la que eran sometidos.

Los soldados fugados recuerdan cómo fue su 'prueba de la boina': "Nos vendaron los ojos, nos ataron las manos y nos tiraron por las escaleras"

Los malos tratos físicos y verbales a los que eran sometidos los soldados que hacían el Servicio Militar en la COE (Compañía de Operaciones Especiales) en el cuartel General Asensio de Palma de Mallorca en 1994 eran constantes, insoportables y cada vez peores.

Así lo denunciaron 18 de ellos después de fugarse la madrugada del 21 de febrero de aquel año ante los periodistas de Antena 3 que se hicieron eco de su situación, y así lo reiteran hoy, 31 años después, en Salvados.

Cinco de aquellos reclutas relatan hoy ante Gonzo algunos de los episodios más traumáticos de su mili. Uno de los que más les marcó fue la llamada 'prueba de la boina', conocida por su dureza.

Así era la 'prueba de la boina'

"Son los ejercicios y actividades que se hacen para pasar a ser aspirante a ser un boina verde", explica Ramón Torres Bazo, el soldado Torres, frente a las cámaras del programa de laSexta. Obtenerla, cuenta "te da un estatus dentro del cuartel". O al menos, eso es lo que ellos creían entonces.

El soldado Burgas -Víctor Burgas Carbó- explica que "la boina es algo que se tiene que ganar". "Sabías que iba a ser algo duro, pero la realidad supera la ficción", lamenta.

Durante dos días, estuvieron haciendo ejercicios sin parar, sin dormir, de una manera intensa. Pero lo peor llegó al final, relata el soldado Membrilla -Carlos González Membrilla- el recluta que peor lo pasó en la COE aquel año, según apuntan sus compañeros.

"Nos vendaron los ojos, nos ataron las manos en las espaldas, nos tiraron por las escaleras rodando, nos metieron en un camión, nos llevaron a... no sé dónde... y estuvimos horas escuchando música mora, campanadas, cintas de cassette, nos tiraban agua fría por la espalda cuando era noviembre", cuenta con un hilo de voz.

La tensión, el cansancio acumulado y su situación personal, además de su enfermedad, hicieron que esta prueba fuera aún más traumática para él.

Los estremecedores vídeos de la 'prueba de la boina'

10 años antes, esta prueba ya se realizaba en los servicios militares de las COE, tal y como demuestran las duras imágenes que emite Salvados del cuartel de Tarifa, de autor desconocido.

En ellas, puede verse a los reclutas, tal y como describía Membrilla, con las manos atadas y los ojos vendados, siendo golpeados y abofeteados en repetidas ocasiones. Incluso eran obligados a beber cloroformo.

Nada cambió para ellos tras la prueba

"La teoría, lo que tenía uno interiorizado, es que cuando has pasado la fase de endurecimiento, de adaptación y la 'prueba de la boina', tendrías que ser uno más. Pero aquí, la cosa continuó, igual o peor", destaca el soldado Burgas. "En mi caso, no mejoró nada", asegura también Membrilla.

"De hecho, la decisión de irnos ya fue después de la boina", subraya el soldado Gimeno, Mariano Gimeno Reverte, en Salvados.