La 'gran fuga' de 1994

"Nos licenciamos con deshonores; ni guardo la cartilla ni me llevé la boina verde": así terminó la mili de pesadilla para los soldados fugados

Tras fugarse del cuartel y pasar algunos meses en la cárcel, la mili terminó para los 18 soldados que se escaparon de la COE para denunciar malos tratos físicos y verbales de sus superiores. Así cuentan cómo fue el final de la pesadilla en Salvados, 31 años más tarde.

"Nos licenciamos con deshonores; ni guardo la cartilla ni me llevé la boina verde": así terminó la mili de pesadilla para los soldados fugados

Han pasado 31 años, pero Burgas, Torres, Membrilla, Matamalas y Gimeno lo recuerdan como si fuera ayer. En 1994 tenían 19 años y habían decidido, por diferentes razones, hacer el servicio nilitar- obligatorio hasta 2001 en España- en la COE (Compañía de Operaciones Especiales), más conocida popularmente como 'los boinas verdes'. Los cinco rememoran hoy en Salvados cómo vivieron aquella pesadilla que les llevó a fugarse a pesar de que podían llegar a caerles hasta 15 años de prisión por sedición.

Todos ellos reconocen abiertamente en el programa de laSexta que esperaban que la instrucción fuera dura, pero para lo que nadie les había preparado era para tener que soportar malos tratos y abusos, tanto físicos como mentales, de sus superiores y altos mandos.

Las palizas, denunciaban y denuncian, estaban a la orden del día y los castigos eran completamente inhumanos, como han ido recordando a lo largo de todo el programa los cinco soldados que forman parte del grupo de 18 boinas verdes que dieron a conocer a la sociedad española la realidad que se escondía tras los muros del cuartel del General Asensio de Palma de Mallorca. Sin saberlo, hicieron historia y su voz fue escuchada por todo el país gracias a la delegación de Antena 3 que se hizo eco de sus testimonios.

Después de fugarse y de hablar con los periodistas, tuvieron que entregarse y la mayoría de ellos acabó en la cárcel, aunque solo durante tres meses. Uno de los reclutas, Membrilla, también presente en este reencuentro, tuvo que ser ingresado en el hospital militar.

La tuberculosis avanzada de Membrilla

Membrilla fue, según sus compañeros, el soldado que "más recibió". Tras fugarse y entregarse, tuvo que ser hospitalizado por una tuberculosis avanzada que no había sido tratada y que se vio agravada por los duros castigos y entrenamientos a los que fue sometido, incluida la durísima prueba de la 'boina verde'.

"Hiciste las COE y te sacaste la boina verde con tuberculosis", dice con asombro Gonzo, el director de Salvados. Él asiente. Sus compañeros no supieron de su enfermedad hasta que en la cárcel fueron a hacerles las pruebas por si se había contagiado. Ni siquiera él era consciente de ella.

La tuberculosis de Membrilla le provocó dos agujeros en el pulmón. Cuando se recuperó, después de tres meses, le devolvieron sus pertenencias en dos bolsas de basura y lo dejaron "tirado" en la puerta del hospital. Se tuvo que buscar la vida para volver a casa, cuenta él mismo.

La estancia en la cárcel y la liberación

"Esto sí era lo que yo esperaba de la mili, allí, 'a la bartola'", reconoce Gimeno. Los 80 días que pasó en prisión fueron los mejores de la mili para él. Pero salir por fin de aquella pesadilla fue el momento de gloria para ellos. "¿Queréis verlo?", pregunta Gonzo, que guarda bajo la manga un vídeo de la hemeroteca de Antena 3 grabado el día que salieron de la cárcel de Illetes.

Pepe Navarro contaba su historia para los espectadores que conectaban con su programa en aquellos años. "Salisteis hasta cantando", señala Gonzo. Burgas se rompe al recordar cómo por fin consiguió dejar atrás todo aquello: "En aquel momento, eso fue una liberación y un objetivo cumplido".

¿Qué pasó después?

"Todos nos licenciamos con deshonores. Fue algo que se puso en nuestra cartilla de licencia. Ni la guardo. Sé que hay compañeros que el día que nos fugamos se llevaron la boina verde. Yo no me la llevé. Que se quede allí en la taquilla. Yo no lo quería", confiesa Torres ante las cámaras del programa de laSexta.

El juicio contra los cinco mandos denunciados por los 18 soldados fugados se produjo poco tiempo después, en 1995 y para ellos, fue solo "un trámite". "¿Es tan barato maltratar a alguien?", se preguntan.