En la mili
Los reclutas fugados recuerdan cómo fue su primer día en la COE: "Había gente autolesionándose para ver si le mandaban al hospital"
Cuando dejaron atrás la instrucción previa de la mili y se encaminaron a su nuevo destino, los reclutas que hoy cuentan su historia en Salvados tuvieron que caminar 30 km con una mochila enorme a cuestas. Ahí comenzaron a entrever lo que les esperaba.

Hacer la mili en la COE (Compañía de Operaciones Especiales) era mucho más exigente que en cualquier otro destino más común. Eso lo sabían los reclutas que hoy recuerdan en Salvados cómo fue aquella instrucción militar que les dejó marcados de por vida y que acabó para ellos en la mayor fuga de un cuartel de la historia de España en 1994.
De los 18 que se fugaron para denunciar los abusos y malos tratos que habían sufrido, cinco recuerdan hoy ante Gonzo cómo fue aquel periodo de su vida y por qué tomaron aquella decisión, que podía haber acabado con ellos en la cárcel condenados por sedición durante 15 años.
Durante los primeros días, los soldados, que apenas eran chavales de 18 o 19 años, compartían misiones y tiempo con los otros reclutas, aunque siempre les habían tratado de manera distinta. "Desde el primer momento, cuando llegamos a Infantería, se nos señalaba como a 'los diferentes'. Estaban el resto, 'los pistolos', y nosotros", comenta Membrilla, uno de los jóvenes que peor lo pasó en la instrucción.
¿Qué eran los 'pistolos'?
La misión del recluta que iba a la COE era muy diferente a la de cualquier otro soldado raso. Mientras que en la mayoría de los otros servicios, en los años 90, la mili era una instrucción básica y bastante rutinaria, en la COE se entrenaba para operaciones de reconocimiento, infiltración, sabotaje, rescate o supervivencia en condiciones extremas.
Es por ello que eran considerados 'la élite' en comparación al resto de muchachos, a los que se les conocía como 'pistolos'. Un mote algo despectivo, aunque Membrilla no lo considera así. Sin embargo, Torres si que lo ve de esa manera, reconoce en el programa de laSexta.
El día en que todo cambió
"Yo recuerdo que estábamos un día en la Compañía de Infantería y nos vinieron a buscar", relata Membrilla. Hasta entonces, "todo había sido muy fácil, muy sencillo". "No hacíamos nada", confiesa. "Llegaron y no nos dieron casi los buenos días, nos dijeron: 'haced la mochila, que nos vamos'. Nos tocó preparar una mochila para una maniobra, que teníamos que hacer una caminata", rememora Torres.
Los cinco soldados tienen muy frescas en la memoria aquellas temidas maniobras en las que tuvieron que caminar 30 km, con una mochila a cuestas más alta que algunos de ellos. "Y ponte a andar en septiembre en Mallorca", lamenta Torres.
"Yo recuerdo que había gente que intentó autolesionarse para ver si le mandaban al hospital. De saltar con el pie mal para ver si se le rompía el tobillo y salía de allí de una vez", cuenta el cabo Matamalas.
La gran fuga
Tras aguantar varios meses de maltrato físico y verbal, 18 de los soldados que cumplían el Servicio Militar en la COE en la base General Asensio, en Palma de Mallorca, decidieron fugarse la madrugada del 21 de febrero saltando los muros del cuartel.
Su plan incluía denunciar ante los medios de comunicación los malos tratos a los que tanto ellos como sus compañeros estaban siendo sometidos. Finalmente, consiguieron escapar y que los informativos de Antena 3 TV se hicieran eco de su situación.
Hoy, en Salvados, cinco de ellos reviven aquella noche con todo lujo de detalles.