Se prepara para entrar en Gaza
Aitor Zabalgogeazkoa, de Médicos Sin Fronteras, cuenta a Gonzo su experiencia en la Franja: "Gaza ya no existe, parece un terremoto"
Aitor Zabalgogeazkoa es coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras. Un día antes de marcharse a Gaza, se encuentra con Gonzo en Ammán (Jordania). Él ya estuvo en la Franja hasta julio de este mismo año y cuenta su experiencia en Salvados.

Gonzo recorre las bulliciosas calles de Ammán tras haberse apeado del coche en el que le acompañaba Ayman Omar, guía de expediciones en Jordania, quien presta su testimonio a Salvados. Entre los cláxones, los rezos que suenan a lo lejos y el aroma del té, el periodista se dirige una tetería en el centro de la capital jordana. Allí le espera Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza, quien acaba de llegar a Jordania y se prepara para entrar de nuevo en la Franja.
A sus espaldas, más de tres décadas de trabajo humanitario en zonas de guerra. Treinta años de misiones, crisis y emergencias. Cuando Gonzo le pregunta si no se siente cansado, Aitor responde sin dramatismo: "La vida es así. Los humanos somos así, no nos ponemos de acuerdo. Y la guerra es una parte que yo creo que va a ser muy difícil de eliminar de la condición humana". "Lo que se ha intentado con el derecho internacional humanitario y con la asistencia humanitaria es hacer vivibles esas situaciones imposibles", añade. Pero es cierto que, reconoce, "hay días que se hacen cuesta arriba, muy cuesta arriba".
La misión de Aitor en Gaza
En Gaza, Aitor coordinará equipos médicos y velará por la seguridad del personal. Lo que más le preocupa, confiesa, es "hacerlo bien luego, cuando esté dentro". "En eso se resume todo, ¿no? En hacerlo bien. En hacerlo bien y que no tengamos ningún problema y no tengamos ningún incidente de seguridad en el cual alguien tenga un problema físico o mental serio", reflexiona y desea al mismo tiempo.
El cooperante recuerda su última estancia en Gaza, entre junio y julio de este mismo año. "Cuando salí yo, ya se empezó a confirmar que el Gobierno israelí preparaba otra ofensiva sobre Gaza ciudad". "Gaza ya no existe. Parece un terremoto. No parece posible que sea hecho por la mano humana. Tengo mis dudas de que sea vivible en los próximos meses", lamenta, para después asegurar que no entiende "cómo aguantan" quienes sobreviven allí a diario. "Por un lado, entiendes porque no pueden salir. Y al no poder salir, tienes que levantarte todos los días a hacer algo. Yo, de los compañeros que conozco, muy pocos han salido de Gaza alguna vez. Conocen el mundo, pero no han estado en el mundo", comenta.
[[H2:Su viaje a Gaza desde Jordania]
Cada permiso, cada entrada, depende del visto bueno israelí, incluso su llegada a Gaza, planeada para mañana pero aún sin confirmar: "Lo sabemos hoy, a las 20:00, cuando la Policía o los servicios secretos o quien le toque de Israel te da la luz verde a la petición que hace Naciones Unidas de entrar los trabajadores". Naciones Unidas, explica, es quien tramita el paso, pero "quien visa si puedes pasar o no, es Israel".
"Salimos de Jordania, entramos en Israel para tema de seguridad, pero luego vamos escoltados por la Policía Militar hasta Gaza", detalla acerca de su viaje, además de aclarar, visibilizando la ironía de esta situación, que no sabe si están "protegidos o escoltados" para que vayan al lugar al que tienen que ir. En el paso de Kerem Shalom, cuenta, "podría haber alguna manifestación de gente que se está oponiendo a la entrada de ayuda humanitaria. Hay grupos que están protestando porque entra ayuda".
Aitor entrará en Gaza para sustituir a su compañero Pepe Más, otro cooperante de Médicos Sin Fronteras que está a punto de salir. Pero no llegarán a cruzarse. "Voy a tener que verlo por videoconferencia, porque él está viajando todo el día y yo viajando todo el día".
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