Este verano, la selección española femenina de fútbol ha logrado el mayor logro de su historia al conquistar el Mundial en la final contra Inglaterra. Esa imagen quedará para la historia, una victoria que marcará a generaciones enteras.

Sin embargo, esa celebración tuvo una mancha con el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas, una imagen que desencadenó un tsunami de reacciones en cadena bajo un lema: #SeAcabó.

En Salvados, María Pérez, que se proclamó bicampeona del mundo ese mismo día, reconocía que sentía "rabia" al ver esas imágenes, con un Rubiales que "no representaba al deporte". Ona Carbonell reaccionó con "tristeza" a esas imágenes, pensando en las jugadoras: "Que se empañe de esta manera y el centro del foco sea otro es un poco lamentable".

Quien estuvo sobre el césped aquella noche fue Aitana Bonmatí, que también comparte la "rabia" de ese momento, que ha "tapado" su victoria en el Mundial. "Si esto sirve para dejar un buen legado y unas mejores condiciones a las siguientes generaciones, habrá merecido la pena", añade.

¿Hubo coacciones a Jenni Hermoso por parte de la Federación? Bonmatí afirma que no puede hablar de algo que dice no haber visto. "No me gustaría profundizar en un tema que no debo. Está en juicio y no se puede hablar de un tema tan delicado. No quiero interferir en nada que pueda repercutir a Jenni en este caso. Es un proceso judicial que no es rápido y me gustaría respetarlo al 100%", expresa Aitana.