Por primera vez en la historia de Pesadilla en la cocina, Alberto Chicote cuenta con ayuda para degustar y valorar los platos de este buffet libre de Cádiz. El humorista, actor y cantante Pablo Carbonell acompaña al chef para someter a examen la oferta culinaria de 'El Cantábrico'.

Chicote y Carbonell empiezan la cata con los platos fríos. El primero que prueban son las zanahorias aliñás, muy típicas en Cádiz, que están congeladas, pasadas de aliño y les falta ajo. Un gesto que al cantante gaditano le parece "insultante".

El pimiento rojo es de lata y la ensaladilla es "algo contrario a la felicidad". "Le llamaría ensaladilla desgraciada", comenta Carbonell. Y es que las verduras son congeladas, al igual que las patatas.

El chef Chicote mantiene la esperanza con salpicón de cabeza de pulpo que "por primera vez tienen verdura fresca". "Lo único fresco que hemos comido hasta ahora", señala Chicote.

Tras los platos fríos, llegan los calientes. El conductor de pesadilla en la cocina y el invitado al programa prueban las tortillas de camarón. "Las tortillas industriales están mejor que estas", comenta Carbonell.

El arroz está lleno de grasa y está muy pastoso. "Plato tras plato se te va quedando el estómago pegado porque es aceite y grasaza", asegura el chef.

Tras probar la comida, Carbonell hace balance de su "experiencia pesadillera" que la valora como una "auténtica pesadilla". "No recordaba tanta dureza", señala el invitado.

Otros momentos destacados

Tras la cata, Alberto Chicote y Pablo Carbonell echan un vistazo a la cocina de 'El Cantábrico'. Allí conocen a Antonio y Ramón, los dos cocineros del buffet libre que les enseñan las condiciones en las que se encuentra su lugar de trabajo. Después de ver la "pocilga" que tienen como cocina Chicote pide responsabilidades. Tras no recibir respuesta, tira de ironía: "¡Bah! ¡Qué más da! Si una cocina es un espacio naturalmente sucio".

Para ver cómo trabajan, el chef Chicote es testigo del primer servicio de 'El Cantábrico'. En él descubre porqué los platos tienen tanta grasa y están tan aceitosos. Además de un vistazo rápido conoce la razón por la que el "aceite está más negro que la conciencia de Voldemort".

Al finalizar el caótico servicio, llega la hora de hacer balance. El chef de Pesadilla en la cocina echa en cara a Francisco que no se haya comportado en cocina como un líder y a los cocineros que hayan hecho una "albóndigas de mierda en tres minutos" para sustituir un plato que se había terminado. Una crítica que Ramón, el cocinero, se toma muy a pecho y por la que acaba abandonando el buffet libre. "¡Quitadme el micrófono o me lo arranco!", amenaza.